Boca Juniors estaba para golear, pero Central Córdoba reaccionó y se llevó el empate | OneFootball

Boca Juniors estaba para golear, pero Central Córdoba reaccionó y se llevó el empate | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: IAM Noticias

IAM Noticias

·22 de setembro de 2025

Boca Juniors estaba para golear, pero Central Córdoba reaccionó y se llevó el empate

Imagem do artigo:Boca Juniors estaba para golear, pero Central Córdoba reaccionó y se llevó el empate

Boca Juniors y Central Córdoba empataron 2-2, en el estadio Alberto J. Armando, en un partidazo, por la novena fecha del Torneo Clausura. Con la igualdad ninguno de los dos pudo saltar a la punta de la Zona A, que tiene como líder a Unión, con 16 puntos, seguido por Barracas Central, con 15, y pegados justamente el Xeneize y el equipo de Santiago del Estero, con 14.

En el primer tiempo, el equipo de Miguel Russo desparramó un alto nivel de juego. De lo mejor que ofreció en los últimos tiempos. Presionando arriba, desbordando por las bandas, exhibiendo mucha actitud, siendo agresivo para atacar y acumulando pases, asociaciones y velocidad. Y tuvo a Leandro Paredes, una vez más, como faro que iluminó y guio con su jerarquía.


Vídeos OneFootball


Las situaciones propicias para abrir la cuenta se fueron acumulando. Alan Aguerre se lució en varias ocasiones: tapando un mano a mano de Milton Giménez; estirando su brazo derecho para manotear sobr el travesaño un frentazo de Giménez; desviando con el pie un peligroso tiro de Carlos Palacios… Además, un cabezazo de Miguel Merentiel y otro de Lautaro Di Lollo salieron cerca.

El gol se hizo esperar, pero aterrizó. Nació de una formula repetida: un tiro de esquina ejecutado con la precisión habitual de Leandro Paredes. Lo recibió Giménez con un cabezazo, que se desvió en un defensor rival y le quedó justo a Rodrigo Battaglia para meter, en el área chica, el fuerte remate de frente, a los 40 minutos.

El funcionamiento de Boca era muy bueno, sin embargo Central Córdoba, a pesar de ser superado y desbordado, mantuvo el orden y cada vez que pudo partió verticalmente, con transiciones veloces, hacia el área rival. El planteo y la intención fueron claros, no así sus individualidades carentes de lucidez y toma de decisiones acertados en los momentos decisivos.

Arrancó el segundo tiempo con un remate de afuera de Leandro Paredes para otra tapada de Aguerre y Miguel Merentiel no consiguió aprovechar el rebote (su disparo cruzó paralelo la línea de gol y salió). A los 10 minutos, volvió a estallar La Bombonera: Lautaro Blanco mandó el centro desde la izquierda y tras un rebote la pelota le quedó a Miguel Merentiel, que entró de frente para conectar el derechazo letal.

Todo era fiesta en la Boca. Era la noche ideal, se presumía una goleada para darle más brillo todavía al salto al primer puesto en la tabla de posiciones. Pero el fútbol como sentenció Dante Panzeri en su siempre vigente definición es “la dinámica de lo impensado” y esta noche quedó ratificado.

Un triple cambio -ingresaron Lucas Besozzi, Gastón Verón y Diego Barrera en lugar de los intrascendentes Matías Godoy, Matías Vera y Matías Perelló- empezó a revitalizar al equipo de Omar De Felippe. Y maduró con el sorpresivo, y fuera de contexto, gol de descuento, a los 16 minutos. Empezó en un tiro de esquina, siguió con una serie de rebotes en el área, siguió hasta la izquierda, muy cerca de la línea final, donde Jonathan Galván con un tiro por elevación lo mandó hasta el primer palo y ahí a un paso de la línea de gol José Florentín metió el cabezazo goleador que no sólo ahicó la diferencia sino que tendría un impacto psicológico enorme.

Porque le significó un freno al dominio de Boca y le encendió la luz verde a Central Córdoba. La acción y el peligro se trasladaron al otro sector de la cancha. El conjunto santiagueño apretaba y Boca se desconcertaba. José Florentín, con un zurdazo desde afuera, estuvo, cuatro minutos después de su gol, cerca de volver a golpear.

Era Central Córdoba el acechador ahora. Aunque Boca tuvo un buena oportunidad con una corrida del ingresado Alan Velasco para quedar mano a mano con Aguerre, quien lo atoró bien y lo forzó a dar un pase atrás a Merentiel, que lanzó el derechazo y casi en la línea despejó Galván, de cabeza. Pero el control lo tenía el Ferroviario.

Un golazo de Iván Gómez, con un impresionante derechazo desde afuera del área con rumbo directo al ángulo de un sorprendido Agustín Marchesín, significó el empate, a los 37 minutos. Un resultado que media hora no figuraba en la mente de nadie.

Reiterando la emotividad del partido, no hubo respiro hasta el último minuto. Un cabezazo de Velasco pegó en el travesaño y salió y en la última jugada del partido Marchesín salió apresurado de su área y Gastón Verón aprovechar para picar la pelota aunque careció de dirección.

Saiba mais sobre o veículo