Canto de gol: decisiones | OneFootball

David González habló en rueda de prensa sobre el punto que se ganó en Manizales y cómo pesó la toma de decisiones en el último cuarto de cancha. Pero en un torneo express como el cuadrangular las malas decisiones desde el vamos pesan mucho y el estratega no sale limpio del tema.

Dos partidos la semana pasada para al menos sumar cuatro puntos. El 50% fue el botín final, tan inmerecido como irremediable por lo visto en Bogotá y el Palogrande. En ambos hubo errores en el banquillo y, a diferencia del clásico, las individualidades no salvaron al DT.

El planteamiento contra Nacional no fue malo, pero el equipo Embajador sí pierde mucho con Neyser Villarreal en cancha. No apoya la marca, trota en el retroceso y ni sombra hace en el ataque rival, y su rol en la delantera es intrascendente. Todo un primer tiempo en el Campín desperdiciado y que pudo haber exprimido a un rival diezmado y que nunca dominó. En el segundo tiempo hubo reacción, pero ya 45 minutos habían vuelto al gol inalcanzable.

Tres días para recuperar, espabilar y ganar los puntos perdidos. Y a pesar de los yerros terribles de Ruiz y Marimón el equipo mostró una gran cara en el primer tiempo, con Mario en lugar de Neyser y todo tipo de intenciones en ataque. Pero el cuerpo técnico volvió a errar las fichas movidas, esta vez en la parte complementaria.

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Millonarios llenó la ofensiva con extremos y delanteros, pero se quedó sin armadores. Con Ruiz y Cataño afuera, el equipo perdió el manejo de la pelota en el medio y la distribución pensante en punta, donde volvió a exagerar con los centros. Los dos volantes de marca, amonestados, no podían trnasportar tanto pero tampoco hacer tan férrea su marca. Stiven debía ingresar, pero González decidió meter a Jader Valencia y la comunicación entre líneas se cortó.

El experimento no salió, más allá de aquel mano a mano que Córdoba dilapidó. Él, Ruiz y Luis Mario erraron en sus milisegundos cruciales. Hubo también palos rebeldes en ambas fechas. Pero las decisiones de David González tuvieron su propio peso y responsabilidad, y ya llevamos el 50% de las semifinales ahora con el rival de patio quitándonos el liderato del grupo, al sí cobrar lo que nosotros no el jueves pasado.

Millonarios no juega mal, pero pasó dos partidos sin facturar y perdió dos victorias tan merecidas como posibles. Despilfarrar trae sus consecuencias, y las decisiones de titulares y cambios del técnico inciden y desentonan con el objetivo primario de toda instancia definitiva: ganar, feo o bonito pero ganar. Aún dependemos de nosotros mismos, pero ya sabemos que nos puede o favorecer o referir un lastre que nos pese y moleste siempre.

El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Decisiones’ del cantautor panameño Rubén Blades:

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Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano