CRÓNICA CD EXTREMADURA 1-2 SEVILLA FC: «Susto en Almendralejo, el Sevilla sufre pero pasa de ronda» | OneFootball

AMBIENTE COPERO

Almendralejo, 4 de diciembre de 2025, el Francisco de la Hera olía a romero y a fútbol de los de verdad, lleno hasta la bandera, con más de cuatro mil sevillistas haciendo pasillo desde la estación y los locales soñando con otra campanada después de cargarse a Las Palmas, y durante muchos minutos, el sueño estuvo a punto de hacerse realidad.

El partido empezó con el homenaje más bonito que se recuerda, el padre de Reyes recogiendo la camiseta del Sevilla entre aplausos que se hicieron nudo en la garganta. Después, balón al centro y a sufrir.

Padre de Reyes, homenaje. Fuente: Sevilla FC

INICIO DEL PARTIDO

El Sevilla salió mandón, con esa mezcla de chavales con hambre y veteranos que saben que no pueden fallar otra vez. Alfon, el extremo de San José de la Rinconada que lleva el fútbol en las venas, abrió la lata a los 31′, con un magnifico pase de Oso, y con un poco de fortuna, ya que el balón no quiso entrar a la primera y tuvo que rematar por segunda vez sin portero. Siete minutos después, Isaac Romero, ese delantero que parece haber nacido con gol, hizo el segundo con una definición de categoría tras un pase muy preciso de Agoumé.

0-2 y cara de “esto está hecho”, el arbitro manda a los equipos al vestuario, Sevilla en principio tranquilo, y el Extremadura, sin poder hacer mucho más.

Issac justo antes de marcar el 0-2. Fuente: Sevilla FC

SEGUNDA PARTE

Pero la Copa no entiende de categorías ni de presupuestos. Nada más volver del vestuario, Zarfino se elevó más que nadie en un centro y metió el miedo en el cuerpo a todo el sevillismo, 1-2 en el 48’ y el estadio se vino arriba. A partir de ahí, partidazo de los de azulgrana.

El Extremadura empezó a creer, y cuando un equipo de Segunda Federación cree, tiemblan los grandes, Diego Díaz casi empata con un derechazo que se fue rozando el palo, Peral tuvo el 2-2 en otro córner y Robador, el portero local, se hizo gigante con dos paradas de mérito. En la otra portería, Nyland se vistió de santo, con varias paradas que serían clave para la victoria, el noruego salvó los muebles y algo más.

Almeyda, con el pulso a mil, metió a Ejuke para correr y cerrar el partido, pero el Sevilla se dedicó a defender el resultado con uñas y dientes, perdiendo tiempo cuando hizo falta y rezando para que no llegara el gol del empate.

Y no llegó, Alberola pitó el final y los sevillistas que llenaban la grada norte se abrazaron como si hubieran ganado una final.

Afición sevillista llenando la grada. Fuente: Sevilla FC