
La Galerna
·27 de junho de 2025
Cuando Jesús Gil premió a Santiago Bernabéu

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Se cumplen 50 años del momento en el que Jesús Gil premió a Santiago Bernabéu con “La gran singladura”. El 27 de junio de 1975, se celebró un acto en el Club Náyade donde le fue entregado al presidente madridista una artística escultura en bronce del célebre escultor abulense Santiago de Santiago.
El que fuese dueño del Atlético de Madrid había construido en Los Ángeles de San Rafael el embalse privado más grande del país, el Club Náutico Náyade, un lugar que fue habitual de concentraciones o tramos de pretemporada del equipo rojiblanco. Unos años antes, el burgense había ingresado en prisión por primera vez como consecuencia del accidente ocurrido en el restaurante de la urbanización de Los Ángeles de San Rafael que él mismo había edificado. La tragedia sumó 58 fallecidos.
Se cumplen 50 años del momento en el que Jesús Gil premió a Santiago Bernabéu con “La gran singladura”
El premio, que se entregaba por primera vez, se otorgaría en sucesivas ocasiones periódicamente a personas o entidades que hayan realizado una gran singladura en las artes, la literatura, la política o el deporte dentro y fuera de España.
El acto, celebrado en el Club Náyade, reunió a numerosas personalidades del deporte, las finanzas etc. Primero hubo un aperitivo en la terraza mientras algunos asistentes disfrutaban de un recorrido en motora por el embalse. A las tres de la tarde, se sirvió un almuerzo en el comedor del “galeón”. El maestro de ceremonias fue Bobby Deglané, director de relaciones públicas del club.
Bobby Deglané
Santiago Bernabéu llegó allí con su buen humor, pese a que comentó que tenía problemas en la próstata. El primero que se acercó a saludar fue Vicente Calderón, el presidente atlético. Bernabéu le espetó “te voy a dar”, cuando vio al máximo mandatario del eterno rival capitalino que se acercaba limpiándose simbólicamente con la bocamanga su insignia rojiblanca. Ambos tenían una gran relación y en una semana les esperaría una batalla tremenda por el título de Copa tras clasificarse el Real Madrid para la final al día siguiente y el Atlético de Madrid, dos días después, tras eliminar al Real Zaragoza y Athletic Club respectivamente. Eduardo Barreiros, empresario industrial español clave en la transformación de motores de gasolina a diésel, contempló la escena y comentó que “aquí hace falta un balón entre los dos”.
Mesa con Vicente Calderón y Santiago Bernabéu
Otras personalidades presentes fueron Pascual López Quesada, como representante del delegado nacional de Educación Física y Deportes; el general Pérez Hervella; directivos del Real Madrid; los directivos del Atlético de Madrid Salvador Santos y el Conde de Cheles; los de la Federación Española de Fútbol Paunero, Caravantes, Borrachero y Vara del Rey; el técnico madridista Miljan Miljanic; José Ángel Zalba, presidente del Real Zaragoza; y el escultor autor del trofeo Santiago de Santiago.
A los postres tomó la palabra Bobby Deglané, que elogió el acierto de la institución de este premio. A continuación, también hablaron: Gil, que resaltó la personalidad de Bernabéu y explicó que “este galardón se ha instituido para los grandes hombres a los que, en estos tiempos, se les empieza a perder el respeto, ahora a estos grandes hombres, solo se les alaba cuando se mueren y entonces ya es tarde”; Vicente Calderón, que dijo que “admiraba profundamente a los hombres que tienen tenacidad y son honestos con los principios a los que se consagran”; Eduardo Barreiros; López Quesada, que hizo entrega del magnífico trofeo en bronce a Bernabéu; Tomás Martín, como presidente de la Peña el 7; Zalba; y, por último, el presidente madridista.
Entrega del trofeo "Gran Singladura a Bernabéu
Parte del discurso del almanseño fue el siguiente: “Dicen que el fútbol va mal y, algunas veces, en las crónicas se lee: floja entrada, no han asistido más que sesenta mil personas. Sesenta mil socios tiene el Real Madrid, que nos apoyan en todo momento. Muchas veces pienso que sería mejor vender Chamartín y la Ciudad Deportiva y comprar un caballo para cada socio, para que vaya a las carreras”. Después se refirió a la amistad y la relaciones entre el club blanco, el colchonero y todos los demás españoles, haciendo hincapié en la fuerza conjunta que deben hacer: “Yo, a mis ochenta años, me encuentro con fuerzas para seguir cantando las verdades en todo momento y como ya soy un hombre mayor, puedo hacerlo con toda tranquilidad”. Además, la esposa de Jesús Gil entregó a la señora de Bernabéu, doña María, un alfiler de oro con la reproducción del trofeo realizada por el joyero Fernando Aumente. Deglané pidió que se enviasen sugerencias sobre posibles candidatos futuros a este premio y por último fueron leídas adhesiones de los presidentes del FC Barcelona, Agustín Montal; el del Atlético de Bilbao, José Antonio Eguidazu; Elche, Manuel Martínez Valero; y Celta, Antonio Vázquez Gómez.
En el diario El Adelantado de Segovia mantuvieron una charla breve con Jesús Gil, al que entrevistaron en sus páginas en la edición del 30 de junio de 1975. El de Burgo de Osma declaró que “la idea ha partido de Bobby Deglané, ese gran locutor, maestro de locutores, y el objeto y fin del trofeo es premiar, realzar, ensalzar los valores humanos (a los que parece se les ha perdido el respeto), esas grandes singladuras de los grandes hombres que las han realizado a todos los niveles. Lo que nos proponemos es que todas estas personalidades de las que tantas existen en España, sean premiadas en vida, no en muerte, porque aquí siempre nos parecen muy buenas únicamente cuando han dejado de existir. El objeto y fin, por lo tanto, es exactamente resaltar esos valores humanos; no se trata de los cargos sino de las personas que han realizado las grandes singladuras, que a mi me merecen un gran respeto, porque toda persona que ha hecho una gran obra (y lo conozco por propia experiencia) ha tenido que pasar por incomprensiones, por dudas, por problemas y por muchas cosas más. Y este es el fin que se persigue”.
Respecto a la escultura, especificó que se trataba de “un trofeo importante, realizada por el gran escultor Santiago de Santiago. Representa un mascarón que, saliendo de una de aquí, de Castilla, de Segovia, porque estamos en Segovia, reproduce a la diosa Náyade como proa, con aires de emprender la navegación, la singladura”. Por último, justificó la concesión al presidente madridista: “Bernabéu, ya en el final de esa singladura suya, ha realizado una gran obra, no ya como presidente en sí de lo que es el Real Madrid, sino por el esfuerzo, por lo que ha tenido que luchar para ver su estadio terminado, para conseguir su obra definitiva. Yo creo que se lo merecía y esta primera entrega es un total acierto”.
Fotografías: archivo Alberto Cosín
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