Edu Aguirre dice lo que muchos piensan de Lamine Yamal: 'Este es el Barça de...' | OneFootball

Lamine Yamal es uno de los jugadores más brillantes y diferenciales de este Barcelona. Su desparpajo, su madurez y su capacidad para desequilibrar a cualquier defensa han enamorado al mundo. Sin embargo, también es cierto que los rivales empiezan a descifrar sus movimientos.

Ya hay equipos que han estudiado su estilo y han aprendido a limitar sus zonas de influencia. Lamine sigue siendo clave, sí, pero cada vez se enfrenta a marcajes más duros y a defensas que lo esperan con un plan muy claro. El Barça le necesita, pero no siempre puede cargar todo el peso del ataque en un chico que, aunque extraordinario, aún está creciendo.

El papel inesperado de Raphinha: de opción a imprescindible

Y ahí es donde aparece Raphinha. El brasileño ha pasado de ser un jugador intermitente a convertirse en una pieza indispensable. Edu Aguirre lo dijo sin rodeos en El Chiringuito: “Este es el Barça de Raphinha” y la frase no es solo televisiva, refleja lo que se ve en el campo.

Raphinha, clave en el Barça | Getty Images

Tras su lesión, ha vuelto con una energía distinta, frente al Alavés, volvió al once inicial y se notó su impacto inmediato. Jugó una hora, pero le bastó para ser el mejor de su equipo. Su ritmo, su agresividad ofensiva y su capacidad para generar peligro cambiaron por completo el partido.

El Barça perdía 0-1 y parecía sin ideas hasta que Raphinha empezó a tirar del carro. Su presencia desahoga a Lamine y permite que el ataque azulgrana tenga más variedad y más imprevisibilidad.

El Barça con Raphinha es un equipo diferente

El conjunto de Hansi Flick muestra otra cara cuando el extremo brasileño está en condiciones, es un jugador emocional, eléctrico, de los que contagian intensidad. En Londres, ante el Chelsea, fue el único que presionó con sentido. Luchaba cada balón como si fuera una final, ese amor propio por el escudo, esa actitud de capitán silencioso, es lo que lo convierte en mucho más que un extremo rápido.

Con Raphinha en forma, el Barça gana profundidad, carácter y un punto de rebeldía que en muchos momentos había echado en falta. No es solo lo que produce, sino lo que provoca: activa a los compañeros, eleva el ritmo y crea un contexto ofensivo mucho más peligroso.

Un Barça que recupera piezas y encuentra liderazgo

La vuelta de Pedri también suma, pero el gran golpe emocional es Raphinha. Su liderazgo está sosteniendo al equipo en tramos clave y permite que jóvenes como Lamine Yamal sigan creciendo sin llevar todo el peso.

Por eso, la frase de Edu Aguirre resuena con fuerza. Quizá exagere un poco, pero refleja una realidad evidente: cuando Raphinha está, el Barça es otro.Y hoy, más que nunca, eso es justo lo que necesitaba.