El Almería ficha al delantero con el que todos sueñan | OneFootball

Hay clubes que fichan para sobrevivir y otros que fichan para mandar un mensaje. La UD Almería parece decidida a situarse en el segundo grupo. Porque no se trata solo de reforzarse, sino de hacerlo con sentido, con jerarquía y con una idea clara de futuro. Y eso es lo que se desprende de los movimientos que, según se desliza en el entorno del mercado, el club rojiblanco ya tendría cerrados: Jon Morcillo para el desborde y Carlos Espí para el gol.

Dos piezas, dos perfiles y un mismo objetivo: volver a Primera. Estos dos refuerzos, sin duda, huelen a tal objetivo.

Jon Morcillo, profundidad y vértigo para Rubi

La llegada de Jon Morcillo desde el Albacete encaja como un guante en lo que Rubi suele exigir a sus extremos. Verticalidad, sacrificio defensivo y capacidad para romper partidos desde la banda. El extremo ha demostrado en LaLiga Hypermotion ser un futbolista de impacto, con capacidad para sumar en goles y asistencias cuando se siente importante dentro del sistema.

En un campeonato largo y áspero como la Segunda División, disponer de extremos capaces de desequilibrar en escenarios cerrados es una ventaja competitiva. El Almería lo sabe y se mueve en consecuencia.

Carlos Espí, el delantero que todos querían

Pero si hay un nombre que eleva el pulso del aficionado rojiblanco, ese es el de Carlos Espí. El delantero centro, con escasos minutos en el Levante UD esta temporada, es uno de esos futbolistas que generan consenso en la categoría. Potente, físico, con presencia en el área y capacidad para fijar centrales, Espí llevaba tiempo en la agenda de varios equipos de LaLiga Hypermotion.

Finalmente, el proyecto que le ha convencido ha sido el del Almería. Un club con músculo, con aspiraciones claras y con un entrenador que necesita, de manera urgente, un delantero de referencia. Con músculo financiero y la seriedad que otorga una propiedad que siempre da pasos en busca de objetivos ambiciosos, Espí habría priorizado esto sobre otras ofertas que no ha considerado tan serias y potentes.

Una operación que mira al futuro

La fórmula del acuerdo es tan reveladora como el propio fichaje. Espí llegaría cedido, pero con una opción de compra obligatoria en caso de ascenso, tasada en 6 millones de euros. No es una cifra menor. Es, de hecho, una apuesta decidida por un perfil que la propiedad considera clave para consolidar un proyecto en Primera División.

El mensaje es claro: si el Almería sube, quiere hacerlo con un delantero que marque época en el club.

Rubi y la necesidad del gol

El contexto lo explica todo. El Almería necesitaba gol, presencia y colmillo. Un delantero capaz de convertir centros laterales en ocasiones, de descargar juego y de ofrecer soluciones cuando el plan A no funciona. Espí reúne ese perfil de “tanque” que tanto se cotiza en Segunda, donde cada área es un campo de batalla.

Rubi gana una herramienta fundamental para dotar de sentido a su propuesta ofensiva.

Qué cambia en el Almería

Con Morcillo y Espí, el Almería gana amplitud, profundidad y amenaza constante. Los extremos tendrán un objetivo claro en el área y los centrales rivales deberán decidir entre anticipar o retroceder, un dilema que genera espacios y oportunidades.

Además, el vestuario recibe un mensaje inequívoco: el club va en serio. El ascenso es la única opció posible.

El ascenso como horizonte

En LaLiga Hypermotion no hay certezas, pero sí tendencias. Y la del Almería apunta a un equipo que no quiere esperar a junio para mostrar sus cartas. El mercado de invierno puede marcar diferencias, y el conjunto rojiblanco parece dispuesto a convertirlo en su aliado.

Morcillo aporta chispa. Espí, colmillo. Y entre ambos, una promesa que empieza a tomar forma: la de un Almería que no se conforma con competir, sino que quiere regresar al lugar que siente suyo. Porque hay proyectos que se construyen despacio… y otros que se lanzan sin red hacia su destino.