El Arsenal pasó de la calma a la euforia: Ødegaard iluminó y Raya salvó en la Champions | OneFootball

Con goles de Martinelli y Saka, más una gran parada de David Raya, el Arsenal derrotó 2-0 al Olympiacos y sumó su segunda victoria consecutiva en la Liga de Campeones. La noche tuvo como protagonistas a Martin Ødegaard, dueño de la pelota, y a un arquero que respondió en el momento más crítico.

El Emirates vivió una velada con sabor europeo. Desde el minuto 12, cuando Gabriel Martinelli abrió el marcador tras una jugada tejida por Martin Ødegaard, quedó claro que el Arsenal tenía todo para imponerse con autoridad. Sin embargo, el trámite no fue tan sencillo: recién en el tiempo añadido, Bukayo Saka selló el 2-0 definitivo, y en el medio el conjunto de Mikel Arteta necesitó de una atajada descomunal de David Raya para evitar un empate que habría cambiado el guion de la noche.

El concierto de Odegaard

El capitán Gunner brindó uno de sus mejores primeros tiempos desde que llegó a Londres. Según datos de Squawka, fue el jugador con más toques (44), más recuperaciones (7) y mayor número de ocasiones creadas (2) en la etapa inicial. Más retrasado que de costumbre y con Mikel Merino como socio adelantado, el noruego manejó los ritmos con pases que desarmaron la presión griega y abrieron caminos al arco rival.

Uno de los destellos más claros fue un pase quirúrgico desde el mediocampo para dejar mano a mano a Victor Gyokeres, aunque el delantero sueco no supo resolver. No obstante, Odegaard se mostró pleno tras recuperarse de su lesión en el hombro, y volvió a confirmar por qué es el motor creativo del equipo.

Raya, manos milagrosas

Si Odegaard dictó la partitura, David Raya fue quien sostuvo la calma cuando el Olympiacos amagó con silenciar el Emirates. A los 20 minutos protagonizó la acción de la tarde: Daniel Podence empalmó una volea hacia la escuadra y el arquero español, con un vuelo felino, logró desviar con la punta de los dedos. El estadio estalló en aplausos, conscientes de que esa intervención valía tanto como un gol.

Su precisión en la salida también fue clave: en una de las primeras jugadas, un pase milimétrico suyo a Odegaard terminó en ocasión de Martinelli, otra prueba de la confianza que Arteta deposita en su arquero.

La profundidad de un plantel competitivo

El entrenador español refrescó la nómina tras el intenso triunfo ante Newcastle en la Premier. Eberechi Eze, Declan Rice y Bukayo Saka empezaron en el banco, pero entraron en el complemento para dar un nuevo aire. El propio Saka liquidó el partido en el minuto 92 con un remate que pasó entre las piernas de Tzolakis, prueba de que el Arsenal ya puede gestionar sus piezas con un margen de lujo.

La inversión de casi 250 millones de libras en el último mercado comienza a mostrar frutos. Hoy, Arteta tiene variantes ofensivas y no depende en exclusiva de sus figuras titulares, un paso decisivo para competir tanto en la Premier como en la Champions.

Con este triunfo, el Arsenal suma seis puntos en el Grupo y mantiene el arco en cero tras dos jornadas. El próximo desafío será en la Premier League, el sábado 4 de octubre, frente al West Ham en el Emirates. Un partido que pondrá a prueba si este Arsenal, sólido en Europa, logra también sostener el pulso en casa.