El Barça gana en París y acaba primero | OneFootball

Desde antes del pitido inicial el mensaje era inequívoco: este Barça compite siempre para mandar y tenía la oportunidad de cerrar el año europeo desde lo más alto. No la dejó escapar. Venció 0-2, con goles de Vicky López y Graham Hansen, y aseguró un liderato tan trabajado como merecido, cargado además de simbolismo.

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A diferencia de lo visto en Palamós, Pere Romeu apostó por su once de gala. Regresó Mapi León, ya recuperada, volvió Irene Paredes a la titularidad y el equipo recuperó peso específico desde la zaga. En el bando parisino, Sandrine Soubeyrand también recuperó a su principal arma ofensiva, Clara Mateo, el faro al que aferrarse.

Fiel a su guion, el Paris salió con un bloque compacto y una presión intensa liderada por Sangare y Korosec. Al Barça le costó asentarse. A los cuatro minutos, Cata Coll tuvo que firmar una intervención de mérito tras una pérdida en la salida que dejó sola a Mateo. El estadio empujaba con fuerza, cerca de 15.000 personas apretaban, y la afición azulgrana también se hizo notar, algo que las jugadoras agradecieron al final.

Irene Paredes rozó el gol en el primer cuarto de hora. Su cabezazo, tras un córner botado por Mapi, se estrelló con violencia en el poste y recorrió el estadio en forma de lamento. Poco después, Cata volvió a imponerse en un mano a mano ante Korosec. El Paris insistía atacando los espacios a la espalda de la defensa; el Barça resistía y mantenía el control con oficio.

Pero cuando hay talento, las grietas aparecen. Vicky probó primero con un disparo que Chavas atrapó con dificultad. A la siguiente no falló. Minuto 21: pase de Alexia, asistencia exquisita de Pina y definición de pura clase. Amague, cambio de ritmo, dos rivales fuera de la jugada y un remate limpio. Esta vez, sí.

El gol dio al Barça la tranquilidad que buscaba, aunque el Paris reaccionó. Garbino estuvo a punto de empatar con una rosca de zurda que se estrelló en el palo. El margen seguía siendo mínimo y el partido, incómodo y exigente.

Antes del descanso llegaron más detalles que sostienen los grandes partidos: un cabezazo de Alexia que rozó el gol y un corte providencial de Aïcha Camara para frenar una contra peligrosa de Sangare. Señales de un equipo maduro y del nivel que ofrece la cantera azulgrana.

Tras el descanso, el Barça no perdonó. Primera ocasión clara, segundo gol. Graham Hansen armó un disparo potente, raso y cruzado, imposible para Chavas. La asistencia fue de Vicky. La portera recriminó la pasividad defensiva, pero el mérito fue de la noruega, pura determinación. Lo celebró con rabia.

El partido dejó aún más ocasiones. Aleixandri, Alexia —a la que le anularon un gol por fuera de juego en el añadido— y una Graham que incluso rozó el tercero antes de torcerse el tobillo. Mapi salvó dos acciones claras de Sangare y Mendy, y Chavas evitó el gol de Pina tras una jugada colectiva de museo.

Con rotaciones finales y el debut de la gallega Lúa Arufe, otra joya de la cantera, el Barça puso el broche a la noche. Dos goles, tres puntos y una certeza: el equipo termina la fase de liga como líder, como el mejor de Europa. París no fue una excepción, fue la confirmación. Y el orgullo, eterno.

Autor: Iván.

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