El Deportivo, uno de los 4 elegidos de Laliga | OneFootball

En un fútbol que devora certezas, mantenerse invicto es un privilegio reservado a unos pocos. Bien lo sabe el Deportivo. Tras seis jornadas disputadas en Segunda y cinco en Primera, sólo cuatro equipos en el fútbol profesional español pueden presumir de no haber probado la derrota: Real Madrid, Barcelona, Cádiz… y el Deportivo de la Coruña.

El dato habla por sí mismo. Coloca a los blanquiazules en una mesa reservada para gigantes. Pero con la humildad de un club que conoce el sabor amargo de los infiernos recientes y ahora se atreve a soñar. Pies de plomo, pero disfrutando el momento.

El sello de Hidalgo: primero defender, luego golpear

El mérito no es casual. Antonio Hidalgo ha inculcado a sus jugadores una cultura defensiva que empieza en la presión alta y se cierra en el orden de la zaga. El Dépor ha recibido sólo cuatro goles en las seis primeras jornadas. Es una cifra que lo sitúa entre las defensas menos batidas de la categoría. Sólo Valladolid y Las Palmas le mantienen el pulso defensivo. La seguridad atrás le permite al equipo esperar su momento. Y cuando aparece, el talento ofensivo convierte cualquier ocasión en una amenaza.

Jugadores como Yeremay Hernández, con su desborde eléctrico, o David Mella, juventud descarada, representan la doble cara del Deportivo. Trabajo colectivo en defensa y fantasía individual en ataque. La fórmula ha convertido a los coruñeses en un rival incómodo, que juega con la paciencia del adversario para luego desarmarlo con precisión quirúrgica.

Una afición que empieza a creer

Riazor late de nuevo como en sus mejores noches. Cada partido en casa es un ejercicio de comunión entre grada y equipo. Los más de 25.000 socios que acompañan al Dépor en este curso simbolizan la resurrección emocional de un club que parecía condenado a vagar en el anonimato.

Ahora, cada victoria, cada empate trabajado, refuerza la convicción de que el retorno a Primera no es una quimera, sino un objetivo alcanzable. Si no se vendió a Yeremay cuando se recibieron ofertas desorbitadas, el objetivo era evidente. Se busca el retorno.

El desafío para el Deportivo de mantener la inercia

El gran reto para el Deportivo será mantener este nivel cuando lleguen los meses más duros del campeonato. LaLiga Hypermotion exige constancia. Regularidad. Y minimizar daños cuando vienen mal dadas. Y los invictos saben que cada jornada está más cerca la derrota. Sin embargo, este Deportivo parece preparado. Es sólido en defensa, con recursos en ataque y con la ilusión de un club que ha aprendido a levantarse.

El Deportivo se ha ganado el derecho a soñar. Si Real Madrid y Barcelona miran a Europa, el Cádiz y el conjunto gallego quieren volver a escribir su historia en letras mayúsculas. De momento, sigue invicto. Y ese es el mejor punto de partida posible.