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·01 de dezembro de 2024
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Las lesiones y el alto costo complican el interés en el delantero del Barcelona, aunque sigue siendo un sueño en Nervión.
El Sevilla continúa explorando opciones en el mercado invernal para reforzar su ataque, y Ansu Fati sigue apareciendo como una ilusión recurrente en los planes del club. Sin embargo, las constantes lesiones del delantero hispano-guineano y las complejidades económicas de la operación han enfriado el entusiasmo en el Sánchez-Pizjuán. Mientras tanto, la dirección deportiva maneja otras alternativas como Ferrán Jutglà, que ha ganado protagonismo en el Brujas, y el suizo Rubén Vargas, por quien también hay negociaciones avanzadas.
El Barcelona estaría dispuesto a dejar salir a Ansu en enero, una decisión que responde tanto a sus limitadas participaciones recientes como a su elevado salario, que complica cualquier cesión. Aunque el entorno del jugador ha mostrado interés en un posible regreso a Sevilla, la dirección del club andaluz tiene dudas crecientes. Las lesiones recurrentes de Fati, incluida la que actualmente lo mantiene alejado de los terrenos de juego, han mermado la confianza en la viabilidad de contar con él como una pieza estable para el equipo.
Ansu, quien regresó este verano de su cesión en el Brighton, ya ha sufrido dos ausencias prolongadas esta temporada: una por una lesión en la planta del pie derecho y ahora por un problema muscular. Aunque se espera que vuelva a competir a mediados de diciembre, su historial médico genera incertidumbre sobre si puede recuperar la continuidad y el rendimiento que lo catapultaron al estrellato en el Barcelona hace apenas unos años.
A pesar de las dudas, el técnico sevillista, García Pimienta, mantiene la fe en el talento del joven atacante. Su conocimiento de Ansu desde las categorías inferiores del Barça y su confianza en el potencial del delantero alimentan la esperanza de que pueda superar sus problemas físicos. Con solo 22 años, el tiempo aún juega a favor del jugador, pero en Nervión saben que una apuesta por él representaría un riesgo deportivo y financiero significativo.