El volante de Auckland City que limpió casas y trabajó en un bar | OneFootball

Gerard Garriga, un joven catalán de 32 años, se ha convertido en una figura destacada en el fútbol neozelandés. Originario de El Morell, llegó a Nueva Zelanda en 2017 con la intención de mejorar su inglés, pero su pasión por el fútbol lo llevó a superar retos inimaginables. Trabajando en diversos empleos, desde limpieza hasta camarero, encontró su lugar en el fútbol local, donde juega para el Auckland City.

Garriga, quien ha disputado su tercer Mundial de Clubes, es consciente de la magnitud del desafío que enfrenta su equipo. “Nos preocupa que Boca necesite marcar muchos goles para avanzar”, comenta sobre su próximo rival. Su carrera futbolística comenzó en su pueblo natal, pero fue en Nueva Zelanda donde alcanzó el éxito, ganando varias Champions de Oceanía.

A pesar de las derrotas abultadas que su equipo ha sufrido en este Mundial, Garriga mantiene la esperanza. Valora la experiencia del torneo, donde puede dedicarse plenamente al fútbol, sin distracciones. “Es un premio al sacrificio de un año”, asegura, destacando la importancia del Mundial para un equipo que compite sin las condiciones de los clubes profesionales.

Consciente de la presión que conlleva el fútbol, Garriga comparte la dificultad de mantener el desempeño en la Champions, considerando cada torneo una oportunidad para brillar. Está ansioso por enfrentar a Boca, un club que ha seguido de cerca desde su llegada a Nueva Zelanda y cuya historia lo inspira.