Fondo Segunda
·23 de junho de 2025
En Albacete hay polémica alrededor de su capitán

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·23 de junho de 2025
El Albacete Balompié se encuentra en el centro de una polémica inesperada. Y lo está tras lo ocurrido el pasado sábado en el Carlos Tartiere. Uno de los capitanes del equipo manchego fue visto en las gradas del estadio ovetense luciendo la camiseta del Real Oviedo. Sí, es su ex equipo. Y allí estuvo animando a los carbayones en su intento por regresar a Primera División.
La imagen de Riki no tardó en circular por redes sociales. Y ha despertado una oleada de reacciones entre la afición albacetista. Para algunos, se trata de un gesto desafortunado. Impropio de quien porta el brazalete del club. Y es que consideran que no debe mostrarse en público apoyando a un rival de la categoría. En especial en un momento tan significativo como un playoff de ascenso.
La crítica no ha sido unánime. Otro sector de la afición ha salido en defensa del jugador, argumentando que su apoyo al Oviedo responde a su pasado allí. Y que, fuera del terreno de juego, también existe espacio para la empatía, los recuerdos y los afectos personales. Entienden que no hay traición ni falta de profesionalidad. Simplemente una muestra de cariño por un club que marcó su carrera.
Riki, que no ha hecho declaraciones al respecto, fue pieza importante en su etapa en el conjunto asturiano. Eso explicaría su presencia en el estadio para vivir de cerca un posible ascenso que finalmente se concretó. Sin embargo, el hecho de que lo hiciera con la camiseta azul ha intensificado el debate.
Más allá de esta situación concreta, el caso ha abierto un debate más profundo entre los seguidores del Albacete. ¿Debe un capitán comportarse siempre como embajador del club, incluso fuera del campo? ¿O tiene derecho a vivir su vida personal con libertad, sin que todo gesto sea interpretado como una declaración institucional?
La realidad es que el fútbol profesional vive bajo una lupa constante. Y en un momento de máxima sensibilidad con la identidad, el compromiso y los colores, cada imagen genera interpretaciones múltiples. En este caso, algunas dolidas, otras comprensivas.
La polémica irá perdiendo fuerza con el paso de los días. Pero deja una huella que probablemente se recordará cuando arranque la próxima temporada. El brazalete pesa. Y con él, las expectativas de quienes sienten el escudo con pasión.
En Albacete, el fútbol siempre se vive con el corazón… y también con lupa.