En Italia aseguran que la relación entre Lamine Yamal y Raphinha ya no es la que era | OneFootball

En el FC Barcelona no todo se mide solo por el rendimiento sobre el césped. Las relaciones personales, los roles dentro del vestuario y la gestión de los egos también forman parte del día a día. En este contexto, desde Italia se habla de un enfriamiento entre Lamine Yamal y Raphinha, ambos claves en el ataque blaugrana.

Según La Gazzetta dello Sport, el distanciamiento se ha producido de forma progresiva en los últimos meses. No ha habido conflictos abiertos, pero sí una pérdida evidente de sintonía.

El papel de Raphinha como capitán

Raphinha ha asumido un rol más activo dentro del vestuario, ejerciendo como uno de los líderes del equipo. Desde esa posición, el brasileño ha aconsejado a Lamine en varias ocasiones, sobre todo en aspectos de su vida fuera del fútbol.

Raphinha, clave en el Barça | Getty Images

Consciente del foco mediático que rodea al joven talento, Raphinha considera que una mayor discreción ayudaría a proteger su carrera. Sus advertencias, basadas en la experiencia y con buena intención, no siempre han sido bien recibidas.

Un comportamiento intachable sobre el césped

Dentro del campo, nadie cuestiona a Lamine Yamal, pese a su juventud, su actitud competitiva es ejemplar. Soporta faltas, provocaciones y presión sin perder los nervios, respondiendo siempre con fútbol. Su comportamiento ante rivales y aficiones, como se vio recientemente ante el Villarreal, refuerza la imagen de un jugador maduro para su edad.

El debate surge fuera del césped. Apariciones públicas, celebraciones, fiestas o romances forman parte de una exposición mediática que Raphinha entiende como innecesaria. Desde su punto de vista, esas distracciones no ayudan a un futbolista que, tras su renovación, ya es considerado uno de los grandes referentes del proyecto deportivo.

Una relación más fría, pero sin conflicto

El problema no es una mala relación, sino el desgaste. Lamine habría comenzado a sentirse incómodo con la insistencia, mientras que Raphinha, por su parte, percibe que sus consejos no tienen efecto. Esa combinación ha generado una distancia evidente, tanto en el día a día como en el terreno de juego.

La conexión brillante que ambos mostraron la pasada temporada se ha diluido. Ya no se buscan con la misma naturalidad ni transmiten esa complicidad que tantas alegrías dio al Barça. Aun así, no hay ruptura ni enfrentamiento abierto, solo una relación más profesional y menos cercana.

Situaciones así son habituales en los grandes vestuarios. El reto del Barça será gestionar estas dinámicas para que no afecten al rendimiento colectivo. Especialmente para que el talento más joven siga creciendo en el entorno adecuado.