Flick cambia la pizarra: La llegada de Rashford deja dos damnificados en el Barça | OneFootball

El Barça ha activado el plan ofensivo que tenía en la recámara desde hace meses. Aunque Flick contaba con alternativas de calidad en las bandas, la dirección deportiva ha decidido incorporar una pieza más para competir al máximo nivel.

Marcus Rashford, en principio, llega como un refuerzo de lujo para entrar en las rotaciones y dar descanso a Lamine Yamal y Raphinha. Pero esa solo es la versión oficial.

La realidad es que el técnico alemán está valorando seriamente darle un rol más importante del que parecía en un inicio.

El atacante inglés no ha llegado al Barça para calentar banquillo. Y su fichaje, avalado por el propio Flick, puede traer consecuencias directas sobre otros futbolistas de la plantilla, especialmente en el centro del campo ofensivo.

Flick le busca acomodo a toda costa

Hansi Flick no quiere desaprovechar las cualidades de Rashford. Una de las opciones más viables es ubicarlo como extremo izquierdo titular.

Eso implicaría desplazar a Raphinha a una posición más centrada, actuando como mediapunta por detrás de Lewandowski. En este esquema, el perjudicado sería Dani Olmo.

El internacional español había rendido en esa posición la temporada pasada. Sin embargo, los problemas físicos y su falta de regularidad han impedido que se consolide como un fijo en los onces de Flick.

Fermín, otra víctima del nuevo esquema

La reubicación de Raphinha en la mediapunta también afecta directamente a Fermín López. El canterano, que la temporada pasada se ganó el respeto del vestuario y la grada, estaba en la lista de transferibles hace solo unas semanas.

Aunque finalmente se quedará —ninguna oferta convenció al club—, su papel podría verse muy reducido. Con Rashford en la izquierda, Raphinha por dentro y Lamine Yamal fijo en la derecha, las oportunidades para Fermín se limitan a la rotación o a minutos de la basura.

Olmo y Fermín, en alerta

La realidad es que Rashford ha llegado para revolucionar el ataque culé. Lo que parecía un simple refuerzo de rotación puede convertirse en una apuesta firme del nuevo técnico. Flick quiere velocidad, verticalidad y desequilibrio.

Y si para lograrlo debe mover piezas importantes del esquema anterior, lo hará sin contemplaciones.

Dani Olmo y Fermín son los grandes damnificados. Ambos deben redoblar esfuerzos si quieren revertir la situación. Pero el mensaje está claro: nadie tiene el puesto asegurado.

Rashford ya empieza a marcar diferencias, y eso tendrá consecuencias.