Joan García debuta con el dorsal 1 y desata la polémica | OneFootball

Joan García no solo debutó con solvencia en el arco del FC Barcelona; también encendió una mecha simbólica al salir al campo con el dorsal número 1, el mismo que hasta ahora pertenecía al capitán Marc-André Ter Stegen. En medio de una gira convulsa y marcada por tensiones internas, el joven portero dejó su sello en la victoria del Barça ante el Vissel Kobe (1-2), con tres intervenciones clave que confirmaron por qué el club apostó por él.

Durante los 45 minutos que estuvo bajo los palos, Joan García se mostró seguro, rápido, preciso con los pies y bien coordinado con la defensa. Su actuación incluyó una parada decisiva en un mano a mano y dos intervenciones que evitaron el empate. El único tanto encajado fue producto de un grosero error de Pau Cubarsí, en una cesión mal medida que comprometió al arquero.

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue su número el 1, tradicionalmente reservado al arquero titular y que hasta la temporada pasada pertenecía a Ter Stegen. Aunque los dorsales de pretemporada no son definitivos, el gesto no pasó desapercibido. Mientras Lamine Yamal luce ya el 10 y Marcus Rashford el 14, Joan García apareció con un dorsal que parece marcar territorio.

Fuentes internas del club aseguran que la intención es clara  García será el nuevo portador del dorsal 1, al menos en la práctica. Una decisión que toma relevancia considerando el tenso contexto entre Ter Stegen y la directiva, tras el cruce de comunicados sobre su lesión lumbar.

Actualmente en Francia, Ter Stegen se prepara para una intervención quirúrgica en la espalda. El portero alemán calculó su baja en tres meses, lo que impide al club utilizar el 80% de su ficha para liberar espacio salarial, algo que ha molestado a la directiva. La respuesta fue tan directa como simbólica: poner en duda su capitanía y ahora ceder su dorsal.

El Barça vive una etapa de transición donde no solo se renuevan piezas sobre el campo, sino jerarquías. Joan García ha comenzado su camino con paso firme y, al parecer, con un número que lleva más peso que nunca. La competencia está abierta, pero la señal está lanzada: el arco azulgrana ya no tiene un solo dueño.