La Cartuja pone a Osasuna frente al espejo | OneFootball

La jornada de domingo de la séptima fecha del campeonato liguero se cerró con un Real Betis vs Osasuna en el que los verdiblancos aprovecharon dos errores de bulto en la defensa navarra para poner tierra de por medio y, sin mucho esfuerzo, mantener la ventaja para llevarse la victoria. Por su parte, los rojillos, aparte de la imagen defensiva que te penaliza enormemente ante serios errores como los que cometieron los de Lisci, preocupa la aparente falta de una idea de juego sobre la que se sustente el equipo y a la que siempre sea fiel. Una idea de juego reconocible, que se perciba en cada partido y que al verlo resuene esa vocecita de tu cabeza que diga “este es Osasuna”.

Siete partidos han disputado hasta la fecha los rojillos y se han visto diferentes versiones de un mismo equipo que pueden desconcertar al aficionado. En El Sadar el bagaje de puntos es fantástico: 7 puntos de 9 posibles y dejando momentos de brillantez táctica y futbolística, con un gran ritmo de balón y un equipo intenso en las presiones. No obstante, en las segundas mitades, dado el cansancio, como ha asegurado el propio Lisci, el equipo se viene abajo y defiende durante varios minutos, obligándose a sufrir, realizar un notable esfuerzo defensivo y a aprovechar los contraataques. En los partidos de fuera de casa, el equipo se puede decir que ha merecido más ante Espanyol y Villarreal dejando una imagen muy digna, pero lo acontecido en La Cartuja parece haber sacudido la alfombra y motivado a Lisci a realizar una reflexión acerca del equipo.

Como ya se vio en la posterior rueda de prensa, Lisci afirmó que “hay poco que hablar del partido”. La imagen fue algo preocupante. La de un equipo sin una circulación efectiva ni rápida de balón, sin armas para generar peligro más allá de las conducciones de Víctor y una defensa, que cuando falla te deja sin argumentos y te trastoca los planes. Osasuna está acusando claramente la baja de Aimar Oroz, pero esa no debe ser excusa para que Osasuna reflexione a partir de esta derrota, y se mire al espejo para construir un plan, un guión a seguir que pueda ser constante y realizable por esta plantilla durante los 90 minutos y sea la seña de identidad de este Osasuna de Lisci.

No es una situación crítica ni mucho menos, sino que es una piedra en el camino en la que es positivo tropezar para que el equipo se replantee cómo quiere jugar y ser reconocido, cómo sacar un mejor partido de sus armas y a partir de ahí crecer.