
Sitio Boca
·13 de maio de 2025
La estrategia de D’Onofrio diseñada por un colaborador del FIFA Gate

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·13 de maio de 2025
En 2015, la Conmebol tomó la polémica decisión de descalificar a Boca Juniors de la Copa Libertadores, otorgando la serie a River Plate, un hecho desencadenado por una suma de eventos políticos y deportivos. La situación se vio marcada por la falta de liderazgo tras la muerte de Julio Grondona, quien había sido una figura clave en el fútbol argentino.
La llegada de un nuevo ciclo político, con Mauricio Macri asumiendo la presidencia y la influencia de figuras como Alejandro Burzaco, aficionado de River, intensificó el contexto. Burzaco, con conexiones tanto en el ámbito deportivo como político, representaba una pieza fundamental en este tablero de ajedrez.
El incidente del “gas pimienta” durante el Superclásico se convirtió en el detonante. Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, aprovechó la confusión para viajar a Paraguay y presentar un reclamo ante la Conmebol. Curiosamente, el informe que llevó a la sanción de Boca no fue elaborado por el árbitro, sino por River, lo que generó cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso.
Además, la relación entre el poder político y el fútbol parecía favorecer a River, lo que llevó a la hipótesis de que la eliminación de Boca podría debilitar a Macri. Finalmente, la decisión de la Conmebol fue rápida y sin precedentes, dejando dudas sobre la imparcialidad del organismo en sus resoluciones y el impacto del escándalo FIFA Gate en el fútbol sudamericano.