La gesta heroica de Jota ante el Tenerife | OneFootball

Aunque finalmente todo quedó en nada, cuando el Celta vivía sus últimos tiempos en Segunda División, la gran esperanza de la cantera celeste era Jota Peleteiro. Un futbolista de indudable calidad que ya destacaba en las categorías inferiores y se había convertido en uno de los referentes del filial. En abril de 2012 alternaba convocatorias con el primer equipo y el Celta B, y el 8 de ese mismo mes protagonizó una de esas gestas que no deberían caer en el olvido.

Esta noche, el Celta Fortuna se mide al Tenerife, un equipo poco habituado a la categoría de bronce. Para encontrar el último precedente de los canarios en Segunda B hay que remontarse a la temporada 2011-12. En concreto, al partido de la segunda vuelta disputado en Barreiro, con un especial protagonismo para Jota Peleteiro.

Un día antes de aquel encuentro, el Celta jugó en Cartagena. Fue un partido inolvidable, aunque no precisamente por lo futbolístico. El equipo dirigido entonces por Paco Herrera comenzó ganando con un gol deMario Bermejo, pero el excéltico Toni Moral empató poco después del descanso. El duelo transcurría sin grandes sobresaltos hasta que, en el minuto 60, el colegiado Pino Zamorano decidió suspenderlo por el supuesto lanzamiento de un avión de papel que habría impactado contra uno de sus asistentes.

Aquel partido había arrancado el sábado a las 18:00, y en la expedición estaba Jota Peleteiro. Nada más concluir el encuentro, emprendió un viaje maratoniano en coche hacia Vigo —más de 1.000 kilómetros— acompañado por el director general del club, Antonio Chaves. Rumbo a Madrid, donde pasaron la noche, tomaron a la mañana siguiente un vuelo a Santiago de Compostela y, desde allí, otro desplazamiento por carretera hasta Vigo para disputar un partido que comenzaba el domingo a las doce ante el gran favorito al ascenso: el recién descendido Tenerife.

Jota llegó a Barreiro cuando sus compañeros ya estaban calentando, pero aún tuvo tiempo de ser titular y firmar tres goles que remontaron el tanto inicial del conjunto canario, marcado porVictor Vázquez en propia puerta. El jugador de A Pobra do Caramiñal anotó en los minutos 33, 37 y 56, coronando una victoria épica no solo por su proeza personal, sino también porque el Celta B jugó con uno menos desde el minuto 5 tras la expulsión de Eric.

Fue una demostración de compromiso con el club por parte de Jota, que esperaba contar para Paco Herrera en un primer equipo que ascendería a Primera División aquel mismo año. Pero no fue así. Herrera tenía otros planes y la paciencia de Jota, ya resentida por las escasas oportunidades durante la temporada, se agotó. Con una oferta del Real Madrid sobre la mesa que el Celta no aceptaba, el jugador decidió plantarse y exigir su traspaso al conjunto blanco. El resto es una historia de desamor que empañó la ilusión que había llegado a generar entre el celtismo.