Fondo Segunda
·25 de setembro de 2025
La paradoja de la SD Huesca con la posesión

In partnership with
Yahoo sportsFondo Segunda
·25 de setembro de 2025
La SD Huesca vive en la contradicción. En una competición tan exigente como LaLiga Hypermotion, de detalles que desnivelan la balanza, los datos dibujan un escenario curioso. Uno que no suele presentarse de forma habitual.
Cuando el conjunto oscense gana la posesión del balón (2 partidos), apenas suma una media de 0,5 puntos por encuentro. Cuando la pierde (4 partidos), su rendimiento se dispara hasta los 2,25 puntos de media. Una paradoja que habla tanto del equipo como de la propia esencia de la categoría.
La estadística invita a la reflexión. Al análisis y a la profundidad de pensamiento. Lejos de encontrar comodidad en la pelota, el Huesca parece sentirse más vulnerable cuando debe llevar la iniciativa. Con balón, el equipo pierde frescura. Le cuesta generar ventajas y se expone a contragolpes letales. La responsabilidad del dominio se convierte en una carga que difumina virtudes.
Por el contrario, cuando el rival asume el peso del partido, los de Sergio Guilló se rearman en su versión más reconocible. Un bloque ordenado, líneas juntas y transiciones rápidas que explotan los espacios. Ahí emergen futbolistas que interpretan mejor el caos que el control. Y el Huesca se vuelve un equipo peligroso, capaz de maximizar cada llegada.
Este fenómeno no es nuevo en Segunda División. Numerosos equipos han demostrado que el éxito no siempre se mide en porcentaje de posesión, no. Sino en la eficacia con la que se administran los momentos del partido. La liga de la igualdad premia la solidez y castiga la ingenuidad.
Y en esa lógica, el Huesca parece haber encontrado una ruta más rentable. La de dejar que otros jueguen y golpear cuando el escenario es favorable. Nombres ilustres en los banquillos de Segunda seguro que son reconocibles en esta premisa.
El dato es revelador, sin duda. El Huesca suma más puntos cuando no se obsesiona con el balón. Y aunque no debe interpretarse como una renuncia al juego propositivo, sí marca un camino de identidad. Porque en el fútbol, a veces se crece en la resistencia. En la decisión de esperar el momento oportuno para asestar el golpe.
Leer más: “El récord del Huesca del que poco se habla”
El reto para el conjunto azulgrana será encontrar un equilibrio. Dominar sin perder eficacia. Y demostrar que puede ser peligroso tanto con la posesión como sin ella. La paradoja de la posesión no es una debilidad, sino una pista más. Una brújula que señala hacia dónde debe dirigirse el Huesca si quiere consolidarse en la parte noble de la tabla.