Da igual la pelota
·29 de setembro de 2025
Los reflejos parecidos del Real Madrid en la temporada pasada

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·29 de setembro de 2025
Los reflejos actuales del Real Madrid muestra avances, pero también cicatrices. Aunque ha aprendido de algunos errores, persiste una duda táctica que lo sigue condicionando, junto a un castigo que aún no desaparece del todo.
El Madrid se mira al espejo y no le gusta lo que ve.
La solidez defensiva que marcó el inicio del proyecto de Xabi Alonso se ha evaporado justo cuando más la necesitaban. El equipo blanco evidencia que aún quedan muchas piezas por ajustar, incógnitas sin resolver y problemas que no desaparecerán de un día para otro.
Xabi ya lo había advertido: el equipo está en plena reconstrucción y necesita tiempo para encontrar su forma ideal. “Estamos haciendo muchas cosas bien, pero hay que mantenernos en esa línea. Cuanto más flexibles e impredecibles seamos con el balón, mejor. Hemos dado pasos adelante con la pelota, y eso no lo podemos perder”, declaró en la previa. Un mensaje de confianza en el proceso, pese al golpe sufrido. Ahora, no les queda otra que encontrar soluciones y seguir creciendo.
Tras el derbi, todavía con el dolor a flor de piel, el técnico volvió a hablar con honestidad: “Estamos en fase de progreso, y eso implica días duros. Así es el fútbol. Lo importante será cómo reaccionamos: en el próximo partido, frente a rivales fuertes, como hoy. Ahí veremos de qué estamos hechos.”
Lo que antes era un muro defensivo hoy muestra fisuras preocupantes. En el Metropolitano, cada balón aéreo y jugada a balón parado se convirtió en una oportunidad para el rival. El Atlético no necesitó demasiada creatividad: simplemente esperó a que el Madrid fallara. Las transiciones rápidas expusieron a la zaga, y los errores se pagaron con goles. La contundencia que había sido una marca registrada se desvaneció en los momentos clave, dejando claro que sin una mejora estructural, los fallos seguirán apareciendo ante equipos de nivel.
Por otro lado, el centro del campo —durante años el alma del equipo— hoy se muestra vulnerable. Frente al Atlético, el ritmo alto del rival desbordó el planteamiento de inicio. Las pérdidas en zonas delicadas se tradujeron en goles, la presión fue descoordinada y la desconexión entre líneas evidenció un equipo descompensado. La fragilidad en los duelos individuales terminó afectando al grupo entero, que venía ganando confianza y terminó tambaleándose.
A los errores propios se suman las polémicas arbitrales, que siguen alimentando la sensación de injusticia en el entorno madridista. Jugadas como la entrada de Nico a Carvajal que no fue roja, la celebración de Sorloth que pudo costarle la segunda amarilla, o el penalti de Arda que se reclamó como juego peligroso, se suman a una lista que no deja de crecer. La falta previa al gol de Julián, en la que no se respetó la distancia reglamentaria, fue la gota que colmó el vaso en el Metropolitano. Desde Valdebebas se percibe una presión arbitral mal gestionada, que también está afectando al estado anímico del equipo.
La defensa del Madrid sigue atrapada en un ciclo de problemas físicos y falta de recursos. La temporada pasada fue un suplicio de lesiones que dejó a Rüdiger sobreexigido y a Fran García como única alternativa. Este curso prometía ser diferente, con una plantilla más completa y diez defensores disponibles. Sin embargo, apenas ocho partidos después, solo cinco están en condiciones de jugar. Las rotaciones no existen, y los titulares compiten con el riesgo constante de romperse. La planificación comienza a tambalearse y el plan de descansos que anticipó Xabi Alonso está quedándose sin margen de maniobra. La zaga, otra vez, es el eslabón más débil.
Autor: Iván.
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