La Galerna
·01 de fevereiro de 2025
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Una teoría. Solo una teoría: cuanto más gana el Madrid, más negatividad produce a su alrededor, fuego enemigo y fuego amigo.
La culpa es de Rocco (qué grande @PepeGH7), pero sin llevar la analogía a nuestro querido Carlo Ancelotti, hombre sensato, entrenador top (no olvidemos) con un palmarés y una calidad humana que debería sonrojar a tanto plumilla de las salas de prensa en las que le faltan al respeto con frecuencia y tenacidad regular y cansina, al mandato de la línea editorial de sus medios. El antimadridismo les llena la nevera en este pobre país donde la envidia es el pecado nacional pero donde nadie se reconoce ni un poquito envidioso delante del espejo.
Rocco es llegar y besar el santo (con perdón), y eso es el Real Madrid: 9 finales de Champions desde 1998, 9 victorias. No hay parangón, no hay métrica ni comparación posible.
Y la reacción es la envidia, el complejo, el antimadridismo. Un club respetado globalmente, que no ha comprado al jefe de los árbitros, que no está financiado por petrodólares o por fondos de inversión, que es simplemente un club, que no usa la política para hacer ejercicios de escapismo de la Ley o para confundirse identitariamente con la región de España a la que pertenece; sólo un club, nada menos que un club de fútbol con cientos de millones de seguidores en el mundo.
Los clubes que aspiran al trono, aunque sea para hacerse un selfie, sólo existen, sólo respiran, sólo viven por la comparación con el Real Madrid. Si el Real Madrid se hace un estadio, hay que hacerse un estadio. Si el Real Madrid desarrolla nuevos modelos de negocio, todos le siguen. Si otro club firma con una marca, el contrato siempre es mejor que el del Real Madrid. Si otro club saca pepitas de oro de su cantera, siempre serán mejores futbolistas que los del Real Madrid, incluso los mejores del mundo sin discusión, antes de haber llegado a ser mayores de edad. Todo es mejor en comparación con el Real Madrid. La afición de otros clubes anima más, son más humildes, y todos buenas personas, ni siquiera tiran gente al río ya.
Un club respetado globalmente, que no ha comprado al jefe de los árbitros, que no está financiado por petrodólares o por fondos de inversión, que es simplemente un club, que no usa la política para hacer ejercicios de escapismo de la Ley o para confundirse identitariamente con la región de España a la que pertenece
Los demás siempre son mejores aún haciendo lo mismo: los conciertos en sus estadios no molestan a la ciudad, su césped nunca se estropea, en sus palcos no se hacen negocios.
Las portadas de los medios deportivos de Barcelona siempre ven la paja en el ojo ajeno y nunca la viga en el propio. Los de Madrid... ay, los de Madrid... esas portadas que avergüenzan diariamente a los profesores de Redacción Periodística y de Deontología Profesional de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense. Bochorno cotidiano. Vergüenza de la profesión.
Pero, amigos, el Madrid siempre despierta en primavera. Pasará lo que tenga que pasar con el City, porque esto es deporte y la pelota es caprichosa, pero ¿y si nos plantamos en la siguiente ronda? ¿Y si nos plantamos en cuartos? Pues pasará que no echaremos de menos a un tonto 24x7 (el famoso tonto de guardia) que hablará de los árbitros, de Florentino, ese gran manipulador que no es capaz ni de evitar el silbato caprichoso de Hernández Hernández ni de mover un milímetro hacia el INEM a Clos Gómez.
Y tenemos a los antimadridistas del madridismo, poniéndose las vendas en la herida del Etihad "que seguro que será mortal" dentro de 11 días, ajustando cuentas a Ancelotti por no saber de fútbol tanto como ellos (enorme Manolo González en la rueda de prensa de la previa en el RCD Stadium, doy por compensado su exceso verbal en el postpartido del Bernabéu sobre el penalti a Endrick), pero también sobre Florentino, por no fichar centrales o laterales.
No quiero dejar de señalar, como coda del antimadridismo externo, entrañable, tan cercano, a la gente de orden y valores que sigue al equipo rojiblanco de las afueras de Madrid en la red social antes llamada twitter. Sus deseos y aliento a sus jugadores para lesionar a las estrellas madridistas en el derbi previo a la visita a Manchester sería enternecedor si no estuviera rayando el delito. Cómo no ser cariñoso con una afición tan deportiva, con esos magníficos valores y que tanto nos ha dado.
Lo dicho, Mbappe chorreando ganas de fútbol, Vini de regreso de su retiro espiritual, Rodrygo en su versión Champions Superstar, Bellingham y Valverde haciendo kilómetros incansablemente... Me cuesta pensar en motivos para ser negativo. A veces se gana y otras no, pero estamos a unas pocas semanas de la primavera blanca, como todos los años.
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