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·16 de dezembro de 2025
Ni Raphinha ni Lamine Yamal, es el mejor y el Barça lo dejó escapar, nadie lo esperaba

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·16 de dezembro de 2025

La pasada temporada dejó actuaciones memorables de varios atacantes del Barça que ilusionaron a la afición. Lamine Yamal deslumbró con su juventud y descaro competitivo constante. Raphinha firmó cifras sobresalientes y asumió galones decisivos en momentos importantes.
Ambos fueron determinantes la pasada temporada | Getty Images
Ambos nombres entraron con fuerza en las conversaciones sobre el Balón de Oro. Su impacto mediático y deportivo fue evidente durante muchos meses. En el entorno culé se respiraba optimismo y orgullo por ese rendimiento.
Sin embargo, el galardón individual tomó un rumbo inesperado para muchos analistas del fútbol. El premio no recayó en ninguna de las grandes figuras del FC Barcelona, sino que acabó en un exjugador culé. La decisión final fue que nombraron a Ousmane Dembelé como ganador del Balón de Oro.
Dembelé y Lamine | Getty Images, Madrid-Barcelona
Con pasado en el Camp Nou, no terminó de la mejor forma con el FC Barcelona y se marchó al PSG. Su evolución reciente fue tan impactante como silenciosa. Pocos imaginaban que alcanzaría semejante nivel competitivo global.
En los despachos del Barça no esperaban un desenlace así. Cuando salió, se consideró que su rendimiento no justificaba mayor apuesta. Hoy, esa lectura genera reflexión interna.
Su explosión definitiva llegó lejos de Barcelona. Madurez, regularidad y liderazgo marcaron su consagración absoluta. El fútbol volvió a demostrar que los tiempos no siempre coinciden.
Ousmane Dembélé, hoy reconocido como número uno, simboliza una oportunidad perdida. Su talento siempre fue incuestionable, pero nunca terminó de encajar. Ahora, su nombre domina todos los debates internacionales.
Dembelé lo pasó muy mal en el Barça | Getty Images, Freepik, Madrid-Barcelona
El Barça jamás imaginó este desenlace cuando tomó aquella decisión. El contexto, las lesiones y la irregularidad pesaron demasiado. El resultado final invita a una autocrítica serena.
Mientras tanto, Lamine Yamal y Raphinha siguen siendo pilares fundamentales del proyecto actual. Su crecimiento continúa y el futuro es prometedor. Nadie duda de su enorme proyección.
Pero el contraste con el Balón de Oro es inevitable. Ver triunfar a quien se marchó genera sentimientos encontrados. Es parte de la naturaleza imprevisible del fútbol moderno.
La historia deja una lección clara para el Barça. A veces, el talento necesita paciencia y contexto adecuado. Esta vez, el premio llegó cuando ya era demasiado tarde.









































