Opinión| Inexpugnable, pero… ¿insuficiente? | OneFootball

Antes de empezar, me gustaría que al leer este artículo se hiciese bajo la mejor de las interpretaciones, porque aunque pueda parecer una carga, es un intento de esclarecer cuáles son los objetivos del Real Betis y su camino a conseguirlos. Es difícil digerir una nota negativa hacia un equipo que pierde muy poco y que presenta un arranque más que positivo tras las primeras doce jornadas de Liga, pero no sé hasta qué punto este bagaje se antoja suficiente para dar el paso necesario hacia el crecimiento deportivo esperado.

Y lo cierto es que el Real Betis no pierde, o lo hace muy poco y en circunstancias consideradas como «entendibles» a priori, pero empata mucho y ante rivales donde, sin intención de desmerecer ningún rendimiento, debería dar el «Do de pecho» necesario para soñar con su ambicioso objetivo, hablemos ya de ella sin tapujos, la Champions League. Ejemplo claro es el de ayer en Valencia, donde tras un partido algo inestable de los de Manuel Pellegrini, con la figura estelar de Álvaro Valles, consiguen ponerse por delante en los compases finales del encuentro, más por calidad de plantilla que por dominio en su juego, pero en lugar de crecerse, muy pronto se hacen vulnerables ante un conjunto «ché» que estaba herido.

Y es ahí donde me falta algo, en esa capacidad para proteger su ventaja y no permitir al Valencia volver al choque de manera tan repentina. Porque en lugar de dormir el partido con fútbol y, por qué no en ciertos momentos también, con picardía, el Betis sucumbió al error de retroceder y conceder, sobre todo, bastantes córners al Valencia en los minutos finales, hasta que en uno de ellos llegara el fatídico gol del empate local.

Un gol que además es una falta que se repite, un patrón que no se corrige a pesar de que haya costado ya varios puntos, ya que viene de la concesión y la permisividad del rechace en la frontal del área. Así, de memoria, se me vienen los goles encajados contra el Celta en Balaídos y el primero de Giuliano en La Cartuja en la derrota frente al Atlético de Madrid. Soy consciente de que es fácil hacer juicio de valor a posteriori, pero creo que es una tarea a mejorar de cara a los próximos partidos.

Sin embargo, hay muchas cosas positivas a las que agarrarse, un equipo que compite en casi cualquier escenario, con rendimientos individuales muy potentes, pero de nuevo mostrando su mejor versión desde el conjunto, y una polivalencia de muchos de los futbolistas de la plantilla bastante destacable, entre otros muchos brotes verdes. No obstante, esto debe transmitirse a la seguridad y la serenidad de un conjunto que, ante la evidencia de duros competidores en la pelea por la Champions que conceden muy poco, no debe dejarse atrás puntos como los de ayer. Los billetes están muy caros y la perfección premiará todos y cada uno de los pequeños detalles.