Da igual la pelota
·18 de setembro de 2024
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·18 de setembro de 2024
El Girona ha hecho historia en su debut en Champions. Era un partido único para el conjunto de Michel, un partido que significaba la recompensa de todos estos años de trabajo, y sobre todo como resultado de la pasada temporada. El Girona puede estar muy orgulloso del partido que ha sacado adelante en el Parque de los Príncipes contra un rival que no le ha puesto las cosas fáciles en ningún momento.
La tensión y los nervios se notaban en los jugadores del Girona, pero también la emoción y la alegría por lo que significa jugar en un escenario como este. No cabe ninguna duda de que el PSG fue el encargado de llevar la dirección y el ritmo del partido. Desde el minuto uno, los parisinos dejaron claras sus intenciones, sin embargo se toparon con un Girona que tuvo una gran capacidad de resistencia.
Fuente: FRANCK FIFE/AFP via Getty Images
Zaïre-Emery no se detuvo en ningún momento y se llevó todo el protagonismo en el centro del campo. Junto a él se encontraba el potente ataque en la delantera en el que Dembelé fue uno de los más desequilibrantes. Una de las malas noticias para el PSG fue la lesión de Marco Asensio que tuvo que ser sustituido por Kolo Muani.
Aunque el partido pintaba totalmente favorable para el PSG, puesto que tenía el dominio de la posesión de la pelota ante un Girona que no había conseguido lanzar ni dentro ni fuera de los tres palos. Los de Michel demostraron que el encuentro estaba totalmente abierto, ya que con unos pocos pases lograron hacer su acción más peligrosa. Stuani, que debutaba en Champions por primera vez, tuvo en sus botas la ocasión más clara. Otro momento clave fue la salva de Gazzaniga y de Krejci. Sin embrago, el gol de Nuno Mendes desestabilizó el partido en los minutos finales.
Autora: Natalia Blanco
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