Revista MadridistaReal
·19 de dezembro de 2024
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El Real Madrid es nuevo campeón de la Copa Intercontinental y ya son cuatro las que lucen en sus vitrinas. El partido contra Pachuca se resolvió sin agonías, fácil y con una gran brillantez de los hombres de arriba. El primer tanto es digno de museo. Una combinación entre Jude Bellingham, Vinícius y Mbappé que fue imposible de frenar para la zaga rival. En esta ecuación faltaba el nombre de una estrella; Rodrygo Goes.
El delantero brasileño no quería abandonar Doha sin plasmar su sello en el césped del Lusail Stadium. En el minuto 53 anotó el segundo de la tarde para sellar la victoria y asegurar otro título en la presente temporada. Parecía que el primer gol sería la joya de la corona en esta final, pero Rodrygo quiso su dosis de protagonismo y la consiguió. Recibió la pelota en la frontal del área rodeado de defensas contrarios y en una zona desde la que parecía complicado sorprender. Primero un recorte a la izquierda y luego otro a la derecha para dejar sentados a varios oponentes. Lanzó un zapatazo al palo largo del portero y el balón entró cerca de la escuadra. Golazo del carioca.
La figura de Rodrygo muchas veces está opacada por la actuación de otras estrellas en la plantilla. Le ha tocado convivir en el ataque con la mejor versión de Vini y un Kylian Mbappé que está llamado a marcar época en Chamartín. Es complicado salir en las portadas del día siguiente si tienes estos jugadores a tu lado. Aun así, el número once del Real Madrid ha demostrado ser determinante en los momentos decisivos y algunas de las noches más grandes en la historia reciente del club serán recordadas con su nombre.
La primera vez que Rodrygo enloqueció al Santiago Bernabéu fue en la semifinal de Champions del 2022 contra el Manchester City. Aquel doblete en el tiempo de descuento fue vital para que el equipo levantase un mes después la Decimocuarta al cielo de París. Este acierto del brasileño de cara a puerta lo ha convertido en un seguro de vida cuando las cosas se complican. Desde que llegó a Madrid en el 2019 ha disputado 235 encuentros oficiales con la elástica merengue y ha visto puerta en 59 ocasiones. Sin hacer mucho ruido se volvió indiscutible en el once titular y cada vez está más cerca de consagrarse como leyenda blanca.
Aunque ha desempeñado un buen papel durante estas temporadas, también ha vivido episodios en los que se ha cuestionado su rendimiento sobre el césped. En algunos momentos llegó a perder incluso la titularidad y hace unos meses no gustó nada a la afición unos comentarios en los que se dejaba querer por el Manchester City. Todo esto sumado a la incorporación de Mbappé hizo que un amplio sector del madridismo viese con buenos ojos la posibilidad de venderlo a cambio de una gran oferta económica.
La realidad es que este ambiente hostil contra Rodrygo se ha diluido con el paso del tiempo y la directiva siempre ha mostrado su apoyo al futbolista. El brasileño ha continuado con su trabajo en silencio, sin ningún reproche y con la profesionalidad que tanto le caracteriza. Ya avisó en septiembre que a la fórmula de la ‘BMV’ (Bellingham, Mbappé y Vinícius) tendrían que añadir la ‘R’ de su nombre y hasta ahora ha aportado evidencias más que suficientes para dejar claro que tenía razón.