Vermouth Deportivo
·26 de novembro de 2024
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Se cumple dos años de la batalla de la Selección Argentina ante México por la segunda fecha del Grupo C de la Copa del Mundo de Qatar 2022. El recuerdo del 26 de noviembre de 2022 con aquel golazo de Lionel Messi para romper el andamiaje mexicano y el bombazo de Enzo Fernández para decretar una victoria que sería el comienzo de un título inolvidable.
Durísimo. Intenso. Tensionado. Argentina pasó una parada brava ante un México aguerrido y tácticamente disciplinado y Lionel Messi fue el hombre que derrumbó el muro del Tri con un zurdazo inolvidable. La Albiceleste ganó una batalla en el estadio Lusail con goles de Leo y Enzo Fernández. De esos partidos que elevan la moral y lo anímico. El conjunto de Scaloni retomó vida en el Grupo C de Qatar 2022 y tomó el envión para clasificar a octavos del Mundial en el siguiente duelo ante Polonia. Fue una prueba de carácter y la sorteó como unverdadero equipo.
Fue un comienzo de juego intenso con piernas fuerte y sin un dominador nato. La presión mexicana asfixió a la Albiceleste en la salida y no le permitió avanzar con claridad ni armar la propuesta futbolística característica del conjunto de Lionel Scaloni. A la Argentina no la dejaron progresar cortando el juego en todo momento y un trabajo perfecto en toma de espacios del rival, tanto es así que la línea de cinco del Tri más el esfuerzo del mediocampo impidieron que el elenco sudamericano se acercara al área, al menos, hasta los primeros veinticinco minutos del capítulo inicial.
El arranque fue cuesta arriba con muchas dificultades frente a un duro rival que se plantó y pisó fuerte en la cancha. La acción no fue agradable a la vista, fue una verdadera batalla en el césped de Lusail. De todo menos atractivo, sin embargo la estrategia tricolor resultó mejor posicionada sobre una selección rioplatense lejos de su nivel habitual y en un callejón sin salida.
Rodrigo De Paul estuvo impreciso y errático en toda la primera mitad, Lionel Messi y Ángel Di María se vieron encerrados en la telaraña mexicana y Alexis Mac Allister no tuvo tanto contacto con la pelota. De los habilidosos y conductores, ninguno salió del molde y así la Albiceleste quedó estancada en su propio laberinto. Los laterales (Acuña y Montiel) no supieron subir con peligro frente a la falta de espacios y Lautaro Martínez sufrió la soledad y la abundancia mexicana en terreno ajeno. Todo difícil.
Los mexicanos resignaron cualquier tipo de ataque por su táctica de presión y marca con el afán de anular a la Celeste y Blanca. Le salió bien. La tarea estuvo hecha por parte de los hombres del Tata Martino que encima tuvieron las dos (y únicas) ocasiones claras con un tiro libre de Alexis Vega evitado por una gran volada de Dibu Martínez y un remate desviado del mismo jugador.
Misma temática en el complemento. Como si nunca hubiese terminado la primera mitad. Sin rebeldía, sin espacios, sin magia. Ni Leo Messi se encendió en un tiro libre ideal para su pierna zurda. Dificultades por todas partes. Scaloni optó por el ingreso de Enzo Fernández, Julián Álvarez y Nahuel Molina por Guido Rodríguez, Lautaro Martínez y Gonzalo Montiel, respectivamente, como primer golpe de efecto a un equipo sin reacción.
Solamente la genialidad de Lionel Messi podía romper el muro mexicano. Una le iba a quedar y apareció justo para él. Leo inventó. Creó. Creyó en su zurda. La tomó de frente al arco y sacó un latigazo rasante que se clavó en la ratonera tras un gran pase de Ángel Di María. Un golazo para la explosión del estadio Lusail.
El partido se rompió inmediatamente. Los cambios del Tata partieron la estrategia que le había dado tanto resultado hasta la aparición de Messi. Y claro, los espacios crecieron en el lado mexicano y Nahuel Molina contó con su chance mandando la pelota a la tribuna. Pero el juego no fue el mismo. Argentina atacó más y jugó más cómodo a pesar de la tensión en el escenario qatarí, aún así le costó generar una ocasión riesgosa.
El resultado siempre estuvo abierto pero a México no se le cayó ni una idea en la ofensiva. Lo sacaron de su libreto y perdió la brújula. El conjunto de Lionel Scaloni aprovechó la pérdida de memoria del Tri y Enzo Fernández sentenció el marcador con un golazo después de un pase de Messi: remate al segundo palo y 2-0 definitivo.
Fue una verdadera batalla y Argentina la pasó como debía: ganando. Lionel Messi fue el faro de la Albiceleste para cosechar tres puntos que son como agua en el desierto de Doha. Un zurdazo mágico de ´Leo´ rompió el muro de México y Enzo Fernández liquidó un pleito difícil, luchado y complicado.
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