¡Se vuelve loco! Tomás Roncero estalla tras el Madrid-Mallorca: 'Tomaaaaaa' | OneFootball

El Real Madrid llegó al Bernabéu sin su once de gala. Lesiones, rotaciones y un final de temporada sin títulos importantes a la vista. Pero había algo que sí estaba en juego: el orgullo y evitar, como sea, que el Barça celebrara el título de Liga con antelación.

Ante un Mallorca serio y combativo, los de Ancelotti salieron a dar la cara. Con Endrick como novedad en el once y con una afición que, aunque resignada, quería ver una buena despedida del curso.

Golpe temprano y reacción blanca

El Mallorca pegó primero. Valjent sorprendió a todos con un disparo certero que puso el 0-1, silencio en el estadio. Otra vez a remar contracorriente, pero el Madrid no bajó los brazos.

El Madrid gana con una plantilla justa | Getty Images

Mbappé, como tantas veces esta temporada, tiró del carro. Una jugada individual, pura potencia y clase, zurdazo al primer palo. Gol y empate, el Bernabéu volvía a respirar.

Román y Valjent, muralla mallorquina

Pese al gol, el Mallorca no se vino abajo. Leo Román, el portero, sacó manos imposibles yValjent, además de su gol, salvó otro casi cantado bajo palos.

Kylian lo intentó por todos los medios, pero no había manera. Incluso Gonzalo, el canterano, rozó el tanto que parecía no llegar nunca.

Jacobo Ramón, héroe inesperado

Hasta que apareció él, Jacobo Ramón, minuto final, centro lateral, cabezazo de Vallejo, y el central de la cantera, con fe y decisión, aprovechó el error entre Copete y Leo Román. El balón cruzó la línea, gol. Locura total en el Bernabéu.

Jacobo salva al Madrid | Getty Images

Un tanto que no solo daba los tres puntos. También alargaba el suspense de LaLiga. El Barça no podía celebrar aún, el Real Madrid, aún con lo justo, seguía en pie.

El estallido de Roncero

Y como era de esperarse, Tomás Roncero no se contuvo. Nada más caer el gol, se lanzó a redes con su estilo inconfundible.

“Tomaaaaaaa Jacobo Ramón. Tomaaaaaa alirón del Barça esta noche. Toma y toma ¡Estamos vivos!”, escribió.

Un grito de rabia, alegría y madridismo puro. Mensaje directo a Jota Jordi y a los culés que ya se veían campeones.

El Barça, obligado a ganar

Ahora, la presión es para el eterno rival. El FC Barcelona debe vencer al Espanyol si quiere cantar el alirón. Si no lo logra, el Madrid seguirá respirando y quién sabe, el fútbol, a veces, da sorpresas.

Por lo pronto, en Chamartín celebran esta pequeña victoria como si fuera una final. No por lo que se ganó, sino por lo que se evitó. Y porque, como dice Roncero: “Estamos vivos”.