¿Siguen respaldando el proceso futbolístico de Gandolfi? | OneFootball

¡Parceee! Hoy vengo con el corazón dividido y la cabeza llena de preguntas que nos rondan a todos los que sentimos esta camiseta como una segunda piel. Atlético Nacional ya se metió a los cuadrangulares del fútbol colombiano, sí, parcero, estamos en la pelea por la estrella y en la Libertadores vamos a Uruguay a jugarnos el liderato del grupo. Pero entre tanta estadística positiva, hay algo que no cuadra del todo… el fútbol del Verde no convence del todo y, la verdad sea dicha, algunas decisiones del profe Gandolfi nos tienen pensando más de la cuenta.

Parce, vos ves el equipo en la cancha y sí, hay ganas, hay esfuerzo, hay nombres bravos… pero algo falta. Esa conexión, ese «no sé qué» que siempre nos hacía inflar el pecho con orgullo, está como apagado. Hay momentos en los que el equipo parece sin idea, sin chispa. Y uno no puede dejar de preguntarse: ¿qué está pasando con el proceso? ¿Es esto lo que queremos ver? ¿O estamos aguantando porque todavía creemos que el profe puede darle vuelta?

Ahora, seamos honestos y justos también. No todo es malo, ni todo es oscuridad. Clasificar en un torneo tan parejo como el colombiano no es cualquier cosa, y tener la posibilidad de cerrar primeros en un grupo de Libertadores tampoco se consigue sin trabajo. Pero es inevitable ver cómo algunas decisiones del profe Gandolfi, como ciertos cambios, alineaciones y lecturas de juego, nos dejan rascándonos la cabeza. Vos los ves y decís: «¿Qué quiso hacer ahí, ome?»

Pero ojo, parceros, que esto no es para prenderle fuego al proceso ni para voltear la espalda. Esto es más bien como cuando estás parchando con el combo y uno la embarra: se habla, se cuestiona, pero se sigue apoyando porque la causa es más grande. Yo, por mi parte, sigo creyendo. No ciegamente, no sin pedir respuestas, pero sí desde el amor y el respeto que le tengo a este escudo. Gandolfi tiene el reto de convencer, de enamorar con juego, no solo con resultados.

Como hincha de Nacional, uno no se puede acostumbrar al “ahí vamos”. Este club está hecho para gustar, ganar y golear. Y aunque el camino está andando, necesitamos que el profe nos muestre una idea clara, un rumbo futbolístico que nos devuelva la ilusión de ver a un equipo que imponga respeto donde se pare. Queremos volver a ser ese Nacional que asusta con la pelota y que juega bonito, no solo el que suma puntos sin alma.

¿Y vos qué decís, parcero? ¿Seguís creyendo en el proceso de Gandolfi? ¿Le das el beneficio de la duda o ya estás perdiendo la paciencia? La opinión es libre, pero lo que no cambia nunca es el amor por el Verde. Ese sí que no se negocia, parce. En las buenas, en las regulares, y también en las que nos hacen fruncir el ceño, ¡aquí estamos firmes!

Así que vamos todos juntos, parcero, que este camino todavía tiene muchas curvas. Apoyemos con ojo crítico, exijamos con amor y no soltemos la mano. Nacional es más grande que cualquier bajón futbolístico, y si todos remamos pa’l mismo lado, esta historia todavía puede tener final feliz. ¡Vamos Verde!