Simeone ‘griezmanniza’ a Julián | OneFootball

El Cholo busca el puesto ideal para explotar a su gran fichaje. “Su mejor potencial es libre de segundo punta”, medita, aunque le ha usado como 9 y de interior izquierdo.

Dos meses han pasado desde que lo que parecía imposible se convirtió en hecho. El 11 de agosto, Julián Alvarez aterrizaba en Madrid para, un día después, ser oficialmente jugador del Atlético. La segunda incorporación más cara en la historia rojiblanca, un total de 75 millones (más 20 en variables) por un futbolista que lo ha ganado prácticamente todo en su carrera, tanto con la selección argentina (Mundial, Copa América, Finalissima), como con sus clubes (Champions, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes, Premier League, FA Cup, liga argentina y Copa Libertadores).

Pero Julián llegaba a un entorno nuevo, sin apenas vacaciones tras disputar la Copa América y los Juegos Olímpicos y con la obligación de adaptarse cuanto antes. Y, para Simeone, la misión pasa por encontrarle su espacio ideal. Alvarez llegaba como un teórico nueve al Atlético. Un punta y referencia de área como había jugado en River, Argentina y en el City cuando no compartía espacio con Haaland. Pero, a sus 24 años, Simeone busca moldear su espacio ideal en el Atlético, que también ha incorprado este verano a Sorloth. Julián ha firmado hasta 2030 y está llamado a ser la estrella de futuro rojiblanca, cuando Griezmann ceda su corona.

Y precisamente el francés es su modelo a seguir. Lo que parece indudable es que para el argentino el esfuerzo es innegociable. En ocasiones hasta excesivo, con coberturas defensivas de muchísimos metros que le quitan frescura en campo rival. Una enorme diferencia, por ejemplo, con João Félix y que impidió que el portugués se convirtiese en uno de los hombres del Cholo. El técnico también tuvo con Griezmann un periodo de estudio y valoración. En su caso, llegaba en el verano de 2014 desde la Real Sociedad con 23 años como jugador de banda. Extremo con pegada por los costados. Pero el técnico vio desde muy pronto que debía acercarle al medio, al juego colectivo. Que el balón pasase más por sus botas. Griezmann puso lo demás hasta convertirse en dos veces en el Balón de Bronce y uno de los grandes futbolistas de la década.

Segundo delantero

Como segundo punta, el ‘7′ ha acabado por convertirse en el máximo goleador de la historia del Atlético (184 en 400 partidos). Y un buen porrón de asistencias donde las dos últimas han llegado al propio Julián Alvarez, con su centro para tumbar al Celta y el taconazo mágico para adelantarse frente a la Real Sociedad. Dos futbolistas que se buscan y comienzan a entenderse cada vez mejor. Ahora falta encontrar el puesto del argentino donde más le potencie Griezmann sin pisarse.

“Es de los futbolistas que más contento me puso su llegada desde que estoy en el Atlético. Por la expectativa que me he generado con lo que veo de él. Puede crear una historia en el Atleti, tiene todo lo que necesita un futbolista del Atlético (…) En Argentina y en River jugó de 9. Puede hacerlo aquí. No es una referencia como Lautaro y Sorloth, pero tiene movimientos difíciles de detectar, se desmarca, tiene buen disparo de izquierda y derecha, tiene buen timing en el área y puede jugar lejos del arco, tiene trabajo, recuperación, compromiso… En el City ha jugado muchos partidos defendiendo en el 4-4-2 a la izquierda y atacando como extremo. Yo creo que su mejor potencial es libre como segundo punta, detrás del 9, con gente que tenga pie en el medio para aprovechar lo que tiene. Se siente mejor, te puede dar una mano para fortalecer al equipo. Contra el Madrid empezó a la izquierda y lo hablamos: ‘Este partido es diferente, el rival tiene estas características’. Hizo un buen partido, pero no está para hacerlo en todos los partidos. Se siente más cómodo en el medio. Tenemos que encontrarle a lugar a Griezmann, a Rodrigo…”, explicaba Simeone en ESPN.

Convertirle en ese segundo delantero con mayor influencia en el juego, como hizo con Griezmann. Hasta el momento en lo que más destaca Julián Alvarez es en la precisión en el disparo. Ha marcado tres goles en seis disparos a puerta. Sin embargo, su participación respecto a City y River se reduce. Corregirlo es el gran objetivo. Apenas lleva once partidos en el Atlético, donde cada parón supone un nuevo viaje transoceánico con su consiguiente desgaste y poco descanso al volver, lo que casi obliga a dejarle en el banquillo en el primer partido postparón.

El 21 de diciembre de 2014 está marcado para todo aficionado atlético como el día que la historia de Griezmann comenzó a cambiar en el club. Su hat-trick en San Mamés unido a una personalidad de juego y un dominio total de los tiempos del equipo que disipó cualquier duda y Griezmann dio el carpetazo definitivo como indiscutible. Su cuarto mes de rojiblanco cuando tiró la puerta abajo y comenzó a sellar su destino como uno de los mejores futbolistas de la historia del club. Julián todavía se está encontrando. Simeone le ha utilizado en la banda izquierda, donde aporta trabajo, pero pierde frescura, incordio a los centrales, desmarque y pegada. También como nueve, pero el equipo está produciendo poco para verle en situaciones ventajosas. Y, todo apunta a un futuro como segundo delantero. Por detrás de Sorloth u otro ariete. O como ese referente con mucho movimiento y que baja constantemente a recibir, como también hace Correa cuando juega como el más adelantado. Su mejor socio hasta el momento, Antoine Griezmann, es el mejor modelo que puede tener. Diez años después, Griezmannizarle es el gran objetivo de Simeone.

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