Valencia 1-2 Real Madrid | Año nuevo, misma mística | OneFootball

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·03 de janeiro de 2025

Valencia 1-2 Real Madrid | Año nuevo, misma mística

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El Real Madrid remonta al Valencia con dos tantos postreros tras la expulsión de Vinicius. Los blancos, líderes provisionales

En la apertura de 2025, el Real Madrid volvió a jugar con sus cartas. Esas que contienen mística, coraje y corazón. En apenas unos minutos, Modric y Bellingham sellaron la remontada con un jugador menos, puesto que Vinicius vio la cartulina roja mediada la segunda mitad. Un giro de tuerca al marcador que, de forma provisional, coloca al elenco madridista en el primer puesto de la clasificación liguera.

En el libro de estilo de Carlo Ancelotti hay aspectos fehacientes. Evidentes. Los galones ponderan mucho y están por delante de las perlas emergentes. Y eso mismo se aplica a la presencia de Tchouaméni en la retaguardia en detrimento del canterano Raúl Asencio. Hace ya tiempo que el canario desapareció del mapa de la titularidad y no se vislumbra una sensación de cambio.


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Sí que hubo mutación en el costado zurdo, que, en Mestalla, pasó a ser terreno ‘alquilado’ para Mendy. Unos metros más arriba habitaba Vinicius en su retorno al once tras cumplir sanción en el último choque. El The Best, a orillas del Turia, en combate. Directo al ring también entró Ceballos. Un jugador que ha pasado del ostracismo bajo techo… a ver ahora la luz solar.

No estaba el horno para bollos en el feudo valencianista. De hecho, en los prolegómenos, las protestas contra Peter Lim desembocaron en cargas policiales. A lo que se añadía la decisión tomada por cierto sector de la afición local de no acceder a las butacas hasta el minuto 19. Demasiada bruma -y hastío- en el día del debut del técnico Carlos Corberán. La panorámica, obviamente, era poco halagüeña en clave che.

El ambiente, algo desangelado, poco importó. Porque el partido discurrió por el cauce esperado en los primeros latidos: transiciones, electricidad y ocasiones. Tanto que, en un pestañeo sendos cancerberos sacaron sus manos a relucir, evitando así desbarajustes en el luminoso. Roto el hielo, el Valencia volvió a exigir a fondo a un Courtois que solventó con creces el chut escorado de Foulquier. Cuando se pone la capa de héroe, hacerle gol suele convertirse en una auténtica entelequia. Un extenso etcétera de rivales pueden dar fe de ello.

Jarro de agua congelada

Aunque, en el fútbol, la perfección es imposible. Tal y como quedó ratificado pasado el ecuador de la primera mitad. Y es que, un mal despeje del portero blanco le vino a Hugo Duro a pedir de boca, ya que logró abrir la lata a bocajarro. Tan solo tuvo que empujar la pelota. Pese a que el Madrid protestó una falta sobre Rodrygo en la génesis de la jugada, Soto Grado, secundado por el VAR, declinó la opción de anular el tanto. En cualquier caso, al cuadro de Chamartín le faltaba sal. Carácter.

Solo Vinicius intentaba afinar la guitarra en el ataque. A pesar de la música de viento que le acompañaba, no escatimó en participación. A modo de arrebato, y cuando el encuentro viraba hacia el tiempo de asueto, Valverde desplegó uno sus mejores platos estrella, que no es otro que el lanzamiento desde fuera del área. Firmó varios latigazos, pero ninguno encontró los tres palos de la jaula de Dimitrievski antes de dejar paso al entreacto.

De tanto jugar con fuego en los forcejeos, finalmente Tárrega terminó quemándose las manos. Derribó a Mbappé dentro del área y el colegiado no dudó en señalar la pena máxima. Sin embargo, el envío, efectuado por Bellingham, murió en la cepa del palo. Tras ello, la repetición demostró de forma clarividente que el guardameta blanquinegro, a la hora del chut, tenía los dos pies fuera de la línea de cal. Aunque no se repitió el penalti.

A esas alturas de envite (se rondaba la hora de juego), el Real Madrid ya había pulsado el botón nuclear. El de la destrucción masiva. Era su obligación. Así que, de nuevo, Kylian Mbappé percutió. A una velocidad endiablada, el crack francés se despojó de más de un contrincante, y en última instancia mandó el balón al fondo de las mallas. En cambio, el gol se iba a anular por un fuera de fuego milimétrico del ex del PSG.

Remontada triunfal

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Aitor Alcalde/Getty Images

Como pintaban bastos, Carlo Ancelotti decidió agitar la atmósfera dando entrada a Brahim y Camavinga. Y en ese intento de colocar las tablas en el marcador, Vinicius recibió la cartulina roja por asestarle un manotazo a Dimitrievski. La situación, en vez de amilanar al conjunto capitalino, trajo consigo el 1-1: lo facturó Modric en un despiste defensivo che. La diana del croata, que apenas llevaba un par de minutos sobre el terreno de juego, condujo hasta la remontada blanca que rubricó Bellingham gracias a un fallo lapidario de Guillamón en el descuento. Antes de sellar los tres puntos, Rioja envió un latigazo al palo. Ahí estuvo el empate, en el último suspiro.

Ficha técnica

XI del Valencia: Dimitrievski; Foulquier, Mosquera, Tárrega, Yarek (Vázquez, 87′); Barrenechea, Almeida (Dani Gómez 87′), Javi Guerra (Guillamón, 67′); Diego López (Canós, 67′), Luis Rioja y Hugo Duro.

XI del Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Tchouaméni, Rüdiger, Mendy (Camavinga, 67′); Valverde, Ceballos (Luka Modric, 80′), Bellingham (Asencio, 90+9′); Rodrygo (Brahim, 67′), Mbappé y Vinicius.

Goles: Hugo Duro (26′), Modric (84′) y Jude Bellingham (90+5′).

Tarjetas: Ceballos (amarilla, 35′), Canós (amarilla, 69′), Dimitrievski (amarilla, 77′), Tchouaméni (amarilla, 77′), Vinicius (roja, 79′) y Modric (amarilla, 86′).

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