Vallejo no se corta y cuenta todo sobre su situación en el Real Madrid: «Quizá si hubiese sido más egoísta…» | OneFootball

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·05 de setembro de 2025

Vallejo no se corta y cuenta todo sobre su situación en el Real Madrid: «Quizá si hubiese sido más egoísta…»

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Albacete (España).– Hay futbolistas que, cuando llega el momento de mirar atrás, lo hacen con un paso en firme, sin prisas, con la humildad de quien sabe que ha vivido por encima de la categoría de simple promesa. Jesús Vallejo (Zaragoza, 1997) abre las puertas de la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta del Albacete Balompié a Grada 3 para dejarse ver y, sobre todo, dejarse conocer. Tras una década en el Real Madrid –con paréntesis de aprendizaje en Alemania, Inglaterra y Granada– y dos Champions de por medio, el zaragozano afronta una nueva etapa con la misma honestidad y sentido común que llevó durante toda su carrera. Un central que ha sonreído en Kiev, que ha sufrido la pandemia desde la cinta de correr que nunca le llegó, que debutó como capitán profesional con apenas 18 años y que sigue respondiendo con honestidad a las preguntas, incluso cuando le podría doler la vida.

En este encuentro con Grada 3, Vallejo despliega una charla de 40 minutos que es mucho más que una ronda de preguntas y respuestas: es una lección de humildad, de autoconocimiento y de humanidad. Desde su firme convicción en el valor de la salud mental hasta el recuerdo imperecedero de la final de Champions en París, el zaguero comparte secretos de vestuario, consejos de veteranos y el orgullo de una carrera tejida a base de sacrificio. Fruto maduro de un paso constante por las categorías inferiores de la Selección Española y la élite europea.


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Aquí, en Albacete, encuentra un club con el que, confiesa: «He encajado desde el primer segundo». También con una afición que ya le ha hecho reír con delirantes propuestas y le devuelve el cariño de los callejones infantiles, donde los sueños se hacen grandes. Vallejo no trae cartel, trae historia. Y, con la mirada puesta en el futuro, sigue hablando de «ser uno mismo» y disfrutar «las pequeñas cosas», porque el fútbol, sostiene, es el lugar «donde nunca se sabe quién está mirando».

Entrevista de Grada 3 a Jesús Vallejo

– (PREGUNTA). ¿Qué tal está Jesús Vallejo? Ha tenido una lesión hace unas semanas…

(RESPUESTA). Estoy muy bien. Trabajando muy bien con el cuerpo médico. Estoy aprovechando este tiempo de parón para fortalecer otras estructuras para llegar más preparado al entrenamiento con los compañeros, que será próximamente.

– Ya comentó que se sentía muy bien en Albacete, que le encantó su presentación con las pantallas en el centro de la ciudad… ¿Tiene alguna anécdota graciosa que nos pueda contar?

Me acuerdo de varias. Una de ellas fue el baile/canción que tuvimos que hacer los nuevos. Eso ya lo ha visto la gente, no es novedad. Ya tengo alguna anécdota con un aficionado… Me ha pedido que, como soy defensa, que cuando despeje un balón aquí en la Ciudad Deportiva lo más lejos posible y que estará preparado para recogerlo fuera de las instalaciones (risas).

– ¿Le reconocen mucho por la calle?

Sí, sobre todo aquí en la Ciudad Deportiva. A veces hay chavales esperando en la salida, en el estadio, paseando… La gente es súper agradable, se paran contigo, te dan ánimos. La verdad que estoy encantado. Te hace seguir conectando con el fútbol. No es solo venir aquí a entrenar y olvidarte de lo que hay, sino que estás las 24 horas en este mundo fútbol.

– Un club humilde, como usted. ¿Es algo que influyó a la hora de tomar la decisión?

La verdad que no lo sé. Es lo que me dice. Yo, en primera persona, lo que te puedo decir es que llegue aquí  cuando me invitaron a hacer una visita y me encajó todo desde el segundo uno. Me fui a Madrid encantado. Entiendo que será por ahí. Los valores que tengo yo y los valores que tiene el club han encajado porque todo ha sido súper fácil.

– ¿Qué le dijeron Alberto González (técnico) o Georges Kabchi (presidente) para convencerle?

No fue una sensación de que han ido convenciéndome. Me han contado el proyecto, tanto Toché (director deportivo) como Zamora (secretario técnico) o el míster. No me sentí presionado en ningún momento. Estaba abierto a escucharles y la verdad que me encajó todo muy bien.

– Volverá de lesión y jugará contra el Zaragoza, en el Ibercaja (La Romareda ya no existe). Nunca jugó contra ellos en su carrera deportiva. ¿Será un partido especial?

Va a ser un partido especial sobre todo antes y después del partido. Durante el partido, yo me conozco. Sé que voy a estar muy enchufado. Estar a lo que tengo que estar. Da igual que sea una cita de Champions o de Segunda División. Cuando estás metido dentro, no hay otra cosa más que el verde. Lo que lo hace especial son los días previos, la preparación, la visita de familiares al hotel… Todo esto hace que sea especial.

– Empezó el fútbol gracias a la serie Oliver y Benji. Sus padres nunca fueron de fueron de fútbol. ¿De qué deporte eran?

Mis padres me apuntaron a varias disciplinas: fútbol sala, baloncesto y natación. Más para que yo hiciera algún deporte. Ellos no han sido especialmente forofos. Les gustan las rutas a pie, todo eso. Pero no son de ningún equipo. Yo fui descubriendo poco a poco que me gustaba el fútbol y fui dejando los otros dos.

– ¿Cómo fue la llamada del Zaragoza?

Yo jugaba con el Club Deportivo Oliver y fíjate… Lo sabe poca gente, pero cuando me llama el Zaragoza, yo no quiero ir al principio. Estaba tan a gusto con mis compañeros del Oliver, que varios venían de jugar conmigo en el fútbol sala… El Zaragoza suponía dar un salto más, cuando yo quería jugar con mis amigos. Me daba ansiedad. Tenía 12 años y un entorno distinto. Pero me acuerdo que mi padre me dijo que no tenía que desaprovechar la oportunidad y que enseguida iba a hacer nuevos amigos. Y así fue. La primera semana ya estaba encantado en la Ciudad Deportiva.

– ¿Tenía claro que quería ser futbolista profesional en aquel momento o era un hobby?

No, para nada. Al principio estaba más tenso. No porque a lo mejor podía ser futbolista, sino porque es un ambiente distinto. Son muchos compañeros nuevos, de otros pueblos, que vienen a la residencia… Es un entorno diferente. Yo creo que cuando llegue a Cadete, no me había planteado ser profesional.

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Vallejo atendiendo a Grada 3.

– Todo va muy rápido, además. En la 2014-25, con 17 años ya está en dinámica de primer equipo y a los 18 es nombrado capitán del primer equipo. El club estaba a punto de desaparecer. El 5 de abril de 2015, debuta con el brazalete y marca su primer gol como profesional ante el Tenerife. Cayó de pie…

Recuerdo que venía jugando con la Sub-21 y que Ranko Popovic (entrenador del Zaragoza en aquel momento) lo consultó con los compañeros. Lo propuso y todo el mundo lo encajó bien. Fui el capitán hasta el final de temporada dentro del campo, porque fuera me fijaba mucho en los veteranos.

– ¿Quién fue su mentor dentro del vestuario en aquel momento? ¿Quién le explicó lo de «ser capitán»?

Había varios: Leandro Cabrera, Mario Abrante… también Borja Bastón. Era joven pero tenía mucha experiencia de otros clubes, y Pablo Alcolea.

– Cuando marcó aquel gol contra el Tenerife, directamente fue arropado por todos sus compañeros. ¿Se sentía como el líder del equipo?

En ese momento me sentía como el ‘chavalillo’ que marcó su primer gol (sonrisa). Recuerdo a Abrante o Diego Rico dándome collejas. Siempre me han tenido mucho cariño y es algo que valoro mucho. Jugadores que llevan varios años en la élite y que un chico de 18 años lleve el brazalete… Que lo respeten es de agredecer.

– No estuvisteis lejos del ascenso a Primera División… En la semifinales, remontáis al Girona en su casa (1-4) tras perder 0-3 en La Romareda. ¿Cómo conseguisteis darle la vuelta a la eliminatoria?

Si te digo la verdad, fue un partido en el que salimos súper relajados. No teníamos expectativas tremendas de remontar. Era salir al partido… E ir viendo. Creo que fue clave cuando empezamos a meter goles, nos lo íbamos creyendo. El Girona iba de menos a menos y nosotros fuimos capaces de aprovecharlo.

– En la final, caéis contra Las Palmas… Pero en su entrevista postpartido, casi en llantos, mantiene una firmeza impresionante. Y con ese brazalete en el brazo… ¿Siente que ha tenido que madurar muy rápidamente?

Sí, y enfrentarme a situaciones que no había entrenado. Fue pasar de Juveniles a primer equipo, empezar a hacer entrevistas, ruedas de prensa, hablar con directivos, aficionados… Pasé de estar en un ambiente muy controlado, viviendo con mis padres, a de repente estar expuesto. Te ayuda a madurar como puedas. Cada uno tira por dónde puede.

Su fichaje por el Real Madrid

– (PREGUNTA). Y de repente… Llega el Real Madrid. ¿Cómo se hizo su fichaje? ¿Le llamó Florentino Pérez?

(RESPUESTA). Voy con la Sub-19, ganamos el Europeo, y luego, tenía apenas diez días de vacaciones. Ya estábamos en el mes de julio. Me llamó Jerónimo Suárez (su representante, que sigue siendo el mismo a día de hoy). Ahí es cuando me cuenta que al Zaragoza le llegó una oferta del Real Madrid por mí, pagando la cláusula (5 millones de euros). La pelota estaba en mi tejado. Lo tuve clarísimo desde el principio. Además, sabía que era algo muy bueno para el Zaragoza (a nivel económico).

– ¿Cuándo visitó Valdebebas por primera vez?

Recuerdo que firmo en las oficinas del Zaragoza y luego en octubre o noviembre, hago una visita a Valdebebas. Conozco a Rafa Benítez (entrenador del Madrid en aquel entonces), me presentan a Sergio Ramos, Dani Carvajal… Fue una visita exprés, de un día.

– En sus dos primeros años en el Real Madrid, se va cedido al Zaragoza y luego al Eintracht de Frankfurt. ¿Había otros equipos interesados?

Recuerdo perfectamente al Leganés. Tenían mucho interés en mí. De hecho, quería ir al Leganés. Era un paso más cómodo, para la familia. Estaba más cerca del Real Madrid y podía estar en contacto con ellos a diario. Pero el Madrid me cuenta la experiencia de Dani Carvajal en la Bundesliga (con el Bayer Leverkusen) y me convencen. Salió fenomenal. Me alegro de haberles hecho caso.

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Vallejo en el Eintracht de Frankfurt. (Alex Grimm/Bongarts/Getty Images)

– Recae en el Real Madrid en la temporada 2017-18. ¿Quién le acoge en el vestuario? Conocía a Borja Mayoral, Marco Asensio…

Dani Carvajal, desde el primer momento. Me habló mucho de la Bundesliga, de cómo le fue. También Nacho, Lucas Vázquez… Desde los primeros días hasta los últimos míos en el Real Madrid, siempre he tenido relación con los mismos. Fueron mis mentores desde el primer día.

– Su primera reunión cara a cara con Zidane…

Hablo con él por teléfono alguna vez y luego le conozco personalmente en Los Ángeles, en la pretemporada. Nos decía de ir poco a poco. Para adaptarnos mejor. Nos iba dando minutos durante la pretemporada también. Es un míster de pocas palabras. Conciso, claro. Deja bien marcado los roles de cada uno en la plantilla.

– ¿Cómo es trabajar con Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo? ¿Tenía buena relación con ellos?

Los primeros días, da respeto hablarles. Pero poco a poco te vas dando cuenta que son compañeros de equipo y que es bueno que interactúes con ellos. No solo en el mundo fútbol, sino también en lo personal.

– ¿Recuerda algún consejo suyo?

De Cristiano cogí algunas cosas. No directamente de cosas que me decía, sino cosas que veía. El ejemplo que él hacía. Me sirvió de espejo su rutina de trabajo diario. Entrenamientos, partidos… Nos han servido a todos, sobre todo a Borja Mayoral, como delantero. Había un buen ambiente de trabajo, pero la gente no era mucho de hablar.

– Primera temporada con ellos y llega a su primera final de Champions. Para ellos era ya la tercera consecutiva. ¿Cómo se viven los días previos con un equipo que está acostumbrado a este tipo de citas? Ellos no tenían presión…

No suelo hablar de las finales de Champions, sino los partidos de Champions en sí. Hay más calidad en los entrenamientos, se dan mejores pases, la gente está súper conectada… Y cuando entrenamos en los estadios fuera de casa, la gente iba súper motivada desde el día antes. Es algo muy del Real Madrid. Lo he vivido con todos los entrenadores que he tenido en el Madrid. Da igual el discurso que diesen, el jugador salía enchufado. Es una competición muy especial para el club.

– O sea que es algo del ADN madridista, ¿no?

Sí, tú no sabes muy bien por qué, pero se ve. Incluso familiares que han ido a días de Champions, días previos y finales, ven que es la leche. O sea que todo el mundo está súper enchufado. Son entrenamientos cortos de 45 o 50 minutos prepartido, pero ya se respira que hay algo importante en juego.

– ¿Qué se siente levantar la Champions al cielo de Kiev?

Es un poco la recompensa a todo el trabajo. Yo tengo incluso un recuerdo más especial de la de París, porque, bueno, la tengo más reciente y porque pude participar más, pero sin duda la de Kiev, que vinieron mis familiares… Fue algo súper especial y no es nada fácil. Hay gente que se piensa que es algo, pues, día a día del Real Madrid, pero falta mucho trabajo y mucha preparación para poder estar ahí.

– Además, viene de muy lejos…

Está claro. Como hemos dicho antes, el año para mí clave de todos fue el de Frankfurt. Fue el que de verdad me permitió ir al primer equipo del Real Madrid, quizá. Sin en ese año de Frankfurt, pues a lo mejor el club hubiese decidido otras cosas conmigo.

– La temporada siguiente no es un año tan bueno para el Real Madrid. La marcha de Cristiano Ronaldo, varios cambios de entrenadores (Lopetegui, Solari, Zidane)…  ¿Lopetegui contaba con usted en un principio?

Yo con Lopetegui coincido en la selección española. De hecho me lleva él, por si hay algún jugador que se lesione a última hora, para poder entrar en el Mundial de Rusia. Y sí que tengo buena relación con él. Lo que pasa es que luego sale, entra Solari, llega Zidane. Fue un año de muchísimos cambios, muy complicado. Fue como un cambio de etapa. Jugadores que ya terminaban contrato, yo después de ese año también salgo cedido a Wolverhampton. Un año de mucha revolución en el club.

– ¿Porque Solari contaba con usted cuando llegó?

Cuando llegó no contó mucho conmigo, y la verdad que yo jugué más en la última etapa con Zidane. Él me conocía del año anterior.

– Bajo la batuta de Zidane, marca su primer gol con el Madrid y en casa (contra el Villarreal)… ¿Cómo es, para un central, marcar un gol en el Santiago Bernabéu?

Bueno, pues es súper emocionante. Yo creo que ya fue un partido que teníamos la Liga muy difícil, si no ya imposible. Y Zidane nos dio minutos a los que habíamos jugado menos hasta entonces. Yo intenté aprovechar no solo ese partido, sino también recuerdo uno contra el Athletic Club, uno en San Sebastián, contra el Rayo Vallecano en Vallecas. Intenté apurar opciones de jugar, y me vino fenomenal de cara también a ir al Europeo Sub-21 de ese año.

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Vallejo celebrando su gol en el Bernabéu. (Angel Martinez/Getty Images)

Pandemia y salud mental

– (PREGUNTA). Luego, como ya ha contado, se va al Wolverhampton, no cae de pie ahí, va al Granada y luego llega el COVID. En un aspecto psicológico, ¿cómo ha vivido la pandemia?

(RESPUESTA). Recuerdo que estaba en Granada y lo pasé un poco mal porque me compré una cinta de correr cuando fue la pandemia, y nunca me llegó (risas). Entonces solo pude hacer bici, trabajo en suelo de core, trabajo en movilidad, que es lo que menos me gusta del fútbol, el trabajo ese de ‘esterilla’. Y lo pasé mal porque me faltaba un estímulo, ya no de balón, sino de carrera, sensación de salir a correr por el parque, por el monte. Otra cosa, sentirte más deportista. Había que ser muy disciplinado también con la comida, que lo intenté ser, pero pierdes masa muscular al no hacer trabajo de impacto. A nivel personal, pasé tiempo con mi mujer, que entonces era mi novia, te organizas para hacer otras cosas, pero echas de menos el deporte. Parece que en ese tramo, dejas de ser por un momento futbolista. Que te quiten el día a día de la ciudad deportiva, se me haría impensable.

– Con el Granada llega a la Europa League, pero seguimos en pandemia. Jugar en Old Trafford, o incluso en el nuevo Los Cármenes vacío, no tiene ningún sabor…

Sí, o en el Diego Armando Maradona de Nápoles, me acuerdo. Sufrimos ahí un montón. Fueron partidos súper especiales, pero claro, nos faltó la gente. Lo que hubiese sido aficionados del Granada en Old Trafford o en Nápoles… Sí que es cierto que fue una pena, pero yo creo que lo disfrutamos a tope y llegamos hasta bastante lejos.

– ¿En ese momento ya tenía psicóloga?

En ese momento, yo trabajaba con más bien algún psicólogo deportivo, pero un poco online. No trabajaba tan a fondo en eso. Entonces, vi poco a poco que los entrenadores iban hablando de esto. Todo el mundo iba dando consejos de esto, pero en los clubes no había ninguna figura y poco a poco me fui informando más.

– ¿Cree que es necesario para un futbolista tener un psicólogo?

Yo creo que cada uno es diferente. Cada jugador somos un mundo. Esto es un poco lo mismo como hay jugadores que casi no pasan por los oficios porque no lo necesitan y se sienten muy bien. Yo lo que creo es que si te empiezas a sentir mal tanto a nivel físico o psicológico, necesitas ayuda para que te reequilibren no solo para poder entrenar, sino para estar feliz en el día a día. Ahí sí que es muy aconsejable. A mí me vino muy bien. Y luego lo mismo que haces caso al nutricionista a la hora de la alimentación, tienes que ser muy disciplinado e intentar hacer caso al profesional, que a veces cuesta porque te intenta sacar de tu zona de confort. Hay que dejarse llevar y confiar.

– ¿Cuál cree que ha sido el momento más difícil de su carrera?

Sin duda la temporada de Granada. Cuando descendemos, porque se junta una temporada en la que yo encadeno muchas lesiones musculares. Iba con muchas ganas ese año de hacer las cosas bien allí. Conocía ya a la gente. Luego también hay mucho cambio de entrenador. Incluso echan al director deportivo en noviembre. Fue un año bastante malo a nivel personal y a nivel profesional. Y se va encadenando una serie de cosas que sin duda darte cuenta no terminar de salir de esa situación. Pero hablándolo con muchos compañeros de allí les pasa un poco lo mismo. Recuerdo con Gonzalo Villar, entre ellos, jugadores que otros años han disfrutado del fútbol y por lo que sea ese año decían que no se sentían conectados con el juego, que no disfrutaban del juego.

– ¿Ha tenido un día una conversación con un entrenador o un futbolista que le haya marcado especialmente?

Con Alberto Zapater cuando lo conocí. Carvajal me ha contado también anécdotas suyas de Alemania. Y luego también compañeros… Recuerdo Jorge Mere de compartir muchas horas de habitación ahí en la Sub-21. También con compañeros desde la Sub-16. Imagínate las horas y horas que hemos echado ahí. Al final hablas de un poco todo. Iván Villar, portero del Celta, que coincidí con él en los Juegos Olímpicos. Sí, te vas quedando con recuerdos de compañeros y de experiencias que te van contando y te das cuenta que el mundo del fútbol no es tan bonito que también hay partes bastante complicadas.

– Cuéntenos un poco más de Loscos, el pueblo de su madre Teruel. ¿Y su padre dónde es?

Mi padre nació en Valls, lo que pasa que estuvo ahí muy poco tiempo. Él siempre dice que su pueblo es Punxín, que está en Galicia, porque es donde veraneaba siempre con todos sus amigos. De hecho, él sabe algo de gallego también y digamos que la familia de mi madre es de Teruel y la familia de mi padre es de Galicia.

– ¿Loscos es su lugar seguro en el mundo?

Yo cuando era pequeño me pegaba julio y agosto en el pueblo. Luego ya julio porque empezaba a entrenar. Luego junio, he ido retrasando cada vez más y ahora apenas voy un par de veces al año a Loscos. Lo importante es que sigo teniendo allí mis amigos que viven en Zaragoza, la mayoría de ellos, que siempre me vienen a visitar a los equipos en los que estoy y que sigo manteniendo relación. Y al final de Loscos me he quedado con el pueblo en sí, por supuesto, pero con la gente, con los amigos y familiares que aunque no nos hayamos juntado al mismo pueblo, hemos ido quedando en diferentes lugares del mundo.

Selecciones inferiores

– (PREGUNTA). Era un habituado de la inferiores. Además, solía ser capitán y lo jugaba todo… ¿Ha sido una vía de escape, su manera de enseñarse al mundo y de decir: «Jesús Vallejo está aquí»?

(RESPUESTA). Sí. Recuerdo que me venía muy bien ir con la Sub-21, sobre todo la etapa de Luis de la Fuente, porque yo ahí no estaba jugando con el Madrid, entonces era momento de que volvieras a la competición. Entonces venía muy bien ese periodo de no quedarte en Valdebebas. Sino que el ir a competir con la selección y tener mínimo dos partidos, eso venía fabuloso para luego volver a tu club. Mucho más rodado y mucho más preparado para la competición de liga.

– ¿Cómo es levantar dos Eurocopas como capitán de su país?

La Sub-21 yo creo que la compartí con Ceballos y la Sub-19… también la compartí con él. Fue un momento muy especial porque es como estar con gente que conoces desde los 16 años, que vas quemando etapas y que vas viendo que estás haciendo algo ya importante en el fútbol. Te estás enfrentando a grandes rivales de Europa. Es algo muy chulo. A mí siempre me han gustado mucho los torneos cortos, torneos intensos, torneos de selecciones. Ojalá pueda estar el día de mañana en una competición con la absoluta porque lo veo algo como muy emocionante, son muchos torneos de eliminatorias.

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Vallejo y Ceballos con el Europeo Sub-21 de 2019. (Alessandro Sabattini/Getty Images)

– Jugó justamente los Juegos Olímpicos, aunque también esa rutina del COVID. ¿Era su sueño jugar los Juegos Olímpicos? Es curioso que un futbolista tenga como sueño jugar los Juegos Olímpicos.

Mucha gente me lo dice y sé que hay compañeros que no quieren ir o que prefieren en ese momento vacaciones o que prefieren otras competiciones. Es totalmente lógico porque una Champions, una Liga, incluso la Copa del Rey son competiciones más prestigiosas pero yo lo tenía ahí marcado y de hecho voy a Granada con el objetivo de ir a los Juegos Olímpicos. Granada intenta ser mi trampolín para los Juegos Olímpicos y finalmente lo fue.

– ¿Cómo vivió esa experiencia en los Juegos Olímpicos? Con COVID, protocolos, estadios vacíos…

Fue una pena, fue lo peor. Fue lo peor de la competición porque yo tenía una ilusión tremenda por ir a ver otras disciplinas. Yo soñaba con ir a ver el triatlón de Gómez Noya o a los hispanos en balonmano, a la gente de basket, ir a un pabellón, a una pista de atletismo y ver unos relevos de los jamaicanos, por ejemplo. Todo esto no lo pudimos hacer porque entraban solo las personas súper acreditadas para cada evento.

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Jesús Vallejo en la final por el oro en Tokio. (Francois Nel/Getty Images)

Vuelta al Real Madrid

– Y luego, temporada 2021-22, vuelta al Madrid. Ancelotti cuenta con usted pero en un plano secundario ¿Cómo lo encaja?

Trabajar y pelear. Las temporadas son muy largas. En ese momento sí que es cierto que nos quedamos cuatro centrales y yo era consciente que iba a ser complicado. Si tú le preguntas a ellos, seguro que no les suponía nada fácil el jugar antes que yo, porque yo era muy pesado en los entrenamiento y estaba día a día disponible para ver si llegaba mi oportunidad.

– Juega un cuarto de hora en aquella semifinal contra el City. ¿Cómo fue?

Recuerdo estar muy conectado en el partido, casi no celebro los goles. Recuerdo cuando el gol de Rodrygo, fue un momento de mucha euforia. Pero yo estoy como súper preparado y mentalizado de que a ver en qué momento me va a tocar. Viendo también los cambios de ellos para ver qué puntas me tocaría marcar. Estoy como leyendo el partido desde fuera y creo que eso me ayuda a luego cuando entré estar preparado y bien situado en el partido.

– Aquel fotón histórico al final del partido… ¿La tiene encuadrada en casa?

No la tengo. No sé quién la haría pero me la ha comentado mucho la gente y de esto que sin querer la ves mucho en redes sociales… Puede ser la foto que más habré firmado en mi carrera deportiva, sobre todo a la gente que venía a Valdebebas y nos parábamos a firmar, sin duda.

– La temporada pasada, usted decide aferrarse a su último año de contrato en el Real Madrid después de su «peor año» en Granada. Quieres mostrarte y Ancelotti lo acepta.

Él ya me conocía de las etapas anteriores. Sabía mi forma de ser y yo creo que a él le hubiese supuesto una sorpresa que de repente mi comportamiento hubiese sido algo muy diferente. Por eso él también habló con el club y le dijo que contaba conmigo para ese rol. Yo seguí en la misma dinámica que en las temporadas anteriores, pero tuve menos opciones. Otros años, cuando se han lesionado jugadores de mi posición, enseguida tiraron de mí. Este año fue más complicado. también porque Tchouaméni ya venía jugando de central en anteriores temporadas. Pero bueno, lo asumí. Siempre intenté ser un jugador de equipo sabiendo que seguramente iba a ser mi última temporada en el Real Madrid y que luego iba a tener tiempo de volar y de aprovechar otra etapa en el fútbol, que por supuesto que no se acaba la vida cuando te vas del Madrid.

– Y esa asistencia a Jacobo Ramón contra el Mallorca… ¿Fue una revancha personal?

Tenía un poco orgullo de que el trabajo que venía haciendo a diario pues dio sus frutos. Sobre todo luego de verme de inicio en el partido contra el Sevilla. Eso yo creo que sí que me hizo sentir feliz. Aprovechar los minutos que tuve contra la Mallorca y el míster ahí tuvo un detalle conmigo de ponerme. Creo que me vino muy bien el acabar jugando también luego contra la Real Sociedad para estar allí, que la gente viese que no había tirado la toalla y que seguía estando preparado.

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Jesús Vallejo celebrando el gol de Jacobo Ramón ante el Mallorca. (Angel Martinez/Getty Images)

– Luego, Mundial de Clubes, torneo al que no fue. ¿Habló con Xabi Alonso? ¿Era algo pactado? ¿Era voluntad suya no ir? ¿Cómo se tomó esa decisión?

No soy adivino pero a mí me daba la sensación de que si hubiese seguido Ancelotti, quizá hubiese ido para cerrar una etapa en el Real Madrid. Lo que pasa es que, al llegar Xabi Alonso, el club me comunica que Xabi se lo quiere tomar como una especie de pretemporada dentro de la competición. Entonces quiere ver a jugadores con los que va a contar en la temporada siguiente. Yo, al no tener contrato pues lo que me dice el club, lo que ellos entienden, es que lo mejor para mí es que descanse y que ya me sitúe en las temporadas siguientes. Yo lo encajé bien, porque a todo el mundo que ha venido aquí a Albacete lo que le he dicho es esto. Hubiese sido imposible que yo el día 15 de julio hubiese llegado aquí a la pretemporada si hubiese ido al Mundial de Clubes. No se puede pretender todo. En ese momento te quedas un poco ‘chafado’ pero luego descansas y te preparas bien para la pretemporada. Creo que ha sido lo mejor viéndolo con perspectiva. He podido venir aquí pronto y me he podido reenganchar con los compañeros pronto. No es lo mismo ir a un equipo el 15 de julio que el 15 de agosto.

– ¿Qué aprendizaje guarda de estos diez años como jugador del Real Madrid?

El aprendizaje es que hay que intentar ser uno mismo en cada situación, en cada contexto amoldarse por supuesto a las situaciones. Hay que disfrutar de esto porque parece que diez años han sido muchos pero se han pasado volando y ojalá puedan ser muchos más en el fútbol. Lo bueno de esto es que no estoy súper cansado y súper saturado del fútbol. Sino que me deja un pozo muy positivo para seguir adelante en mi carrera ojalá que por muchos años.

– ¿Se arrepiente de alguna decisión que haya podido tomar?

Quizá haber sido a lo mejor un poquito más egoísta en algunos momentos sabiendo que el Real Madrid es un club en el que tienes también que pensar por ti mismo. Pero no era mi forma de ser. A lo mejor si hubiese sido más egoísta, en algún momento no hubiese tenido el cartel que ahora mismo puedo tener. Nunca lo sabes. Quizá en lo deportivo me hubiese ido mejor pero igual personalmente no hubiese estado tan orgulloso de mí.

– ¿Qué consejo le daría a una persona, a un futbolista que se podría ver en su situación?

Que trabaje y que siga disfrutando de las pequeñas cosas. Si no le toca jugar, que se centre en los entrenamientos, en demostrar que está preparado. Tampoco que no sobreentrene, que no se sobreponga a situaciones que le van a generar a él mismo un riesgo de lesión. Que esté preparado y se vaya a casa orgulloso de que él está haciendo el trabajo bien. Y si si no es en este club en otro club, le llegará la oportunidad. Un consejo que me dio Diego Martínez, ex entrenador del Granada, es que uno nunca sabe quién le está viendo cuando está jugando un partido o un entreno. Tú estás entrenando y no sabes si en la grada hay un director deportivo de tal equipo o hay un aficionado que luego da un feedback positivo tuyo. Siempre hay que intentar estar bien en los entrenos y en los partidos.

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