Vélez Sarsfield volvió a defraudar en juego, ante un duro Midland, pero consiguió su primer gol y su primer triunfo | OneFootball

Vélez Sarsfield derrotó a Midland 1-0, en el estadio de Platense, y clasificó a los dieciseisavos de final de la Copa Argentina. De esta manera El Fortín consiguió su primer gol y su primer triunfo del año, tras siete partidos (dos empates, cinco derrotas) en el Torneo Apertura.

Más allá del reencuentro con el sabor de la victoria, el equipo de Sebastián Domínguez no mostró una evolución en su juego. Cometió errores, no tuvo coherencia en el juego, y careció de ideas. Idénticas características de lo visto en este inicio de temporada.

Midland, que actualmente milita en la Primera B (lleva dos victorias, un empate y una derrota), le planteó un obstáculo difícil. Se mostró más ordenado y homogéneo, no lo respetó y hasta elaboró más chances de gol. Y desde los 10 minutos del segundo tiempo jugó con un hombre menos, diferencia numérica que no se notó.

En los primeros minutos del partido, Vélez intentó sacar chapa de la diferencia de categoría y jerarquía entre ambos equipos. Con las proyecciones de Elías Gómez por la izquierda y algunos chispazos del reaparecido Imanol Machuca -quien volvería a lesionarse-, pretendió imponer presencia. Sin embargo, volvió a carecer de profundidad y casi no pateó al arco.

Pasado ese cuarto de hora, Midland empezó a ganar en el mediocampo y a animarse cada vez más. Con un zurdazo bajo de Agustín Campana que salió cerca prendió su voz de alarma. Vélez recién tuvo un par de situaciones claras sobre el final del primer tiempo: un enganche y centro de Machuca que alcanzó a cortar con esfuerzo Lautaro Díaz Laharque, desde el piso, cuando Michael Santos esperaba libre de marca en el área chica, y un fuerte derechazo de Damián Fernández tapado por el arquero Lautaro Maldonado.

Con mayor libertad y espacios para transitar, velocidad para cruzar de un sector a otro e intensidad hizo su introducción el segundo tiempo. Un cruce abajo entre Elías Gómez y Maximiliano Rogoski desembocó en la segunda amonestación, y la consecuente tarjeta roja para el capitán de Midland, a los 10 minutos. En realidad, ambos fueron al piso de manera descomedida y arriesgada.

Esa expulsión sacó de foco a Midland y lo llenó de nervios y reclamos. Vélez, por su parte, no supo sacar ventaja de su superioridad numérica. La vibración y el ritmo se mantuvieron y el equipo de Primera B volvió a amenazar con otro remate de Agustín Campana, un tiro libre que picó en el área y pegó en el poste.

Midland está más afianzado y Vélez no encontraba el camino. Hasta que el ingresado Braian Romero fue a buscar un centro -al que no llegaba- y Maldonado salió a tapar y le cometió una infracción. El propio Romero se hizo cargo del penal y con un remate al medio y que pasó debajo del cuerpo del arquero, a los 32 minutos, cortó la sequía goleadora para que las gargantas fortineras soltasen el grito más lindo del fútbol. Atrás quedó una marca de 847 minutos sin convertir goles, la peor sería de su historia.

En vez de calmarse y crecer Vélez, inesperadamente, repitió errores en los instantes siguientes. Que pudieron costarle caro. Midland, cumpliendo un dignísimo papel, no se resignó y dispuso de más oportunidades.

Lanús, que había goleado a General Lamadrid 4-0, será el próximo rival de Vélez Sarsfield en la Copa Argentina, en día y estadio a definir.