Tiralíneas Madrid
·27 de junho de 2025
Vinicius volvió, el Madrid bailó

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·27 de junho de 2025
El Real Madrid dio un golpe sobre la mesa ante el Salzburgo, completando el mejor partido desde la llegada de Xabi Alonso y presentando su candidatura al Mundial
La última jornada del grupo H ofrecía un auténtico partidazo entre Salzburgo y Real Madrid.
La expectación era máxima: el estadio lleno hasta la bandera y muchos madridistas trasnochando para volver a ver en acción a los suyos.
Hubo quién se atrevió a a decir que al Madrid le convenía perder o empatar para pasar como segundo y caer en el lado «sencillo» del cuadro. Está claro, no conocen este club.
Ya lo avisó Xabi Alonso: «Vamos a salir a ganar». El legado y la historia de esta entidad exige dar el máximo en todos y cada uno de los partidos que dispute. Y así fue.
Desde que el esférico echó a rodar en el Lincoln Financial Field, los de Xabi impusieron su fútbol dominaron a su antojo el encuentro.
Apenas 19 minutos tardaron los de Chamartín en avisar de la tormenta blanca que estaba a punto de arrasar al Salzburgo en el feudo estadounidense.
Una triangulación entre líneas de los jugones merengues, concluyó con una asistencia medida de Bellingham y un gran disparo de Vinicius que, de no ser por la gran intervención de Zawieschitzky, habría abierto la lata.
Los minutos pasaron y, aunque la superioridad madridista seguía siendo notable, no fue hasta el 40 cuando el Real rompió la igualada.
Xabi quería encender a la afición y, sin duda, su Madrid lo ha empezado a hacer con acciones como esta. Robo su propio área, circulación rápida para salir de la presión y un increíble pase en profundidad de Bellingham para que Vinicius volviese a ser Vini.
Como si de un ave fénix se tratase, el brasileño resurgió. Volvió el Vinicius del hat-trick al Dortmund; el de las finales de Champions; el de las exhibiciones en el Camp Nou…; el del Balón de Oro que le arrebataron. Volvió para callar bocas y para hacer que los focos, de una vez por todas, apuntaran a su fútbol y no a sus redes sociales.
El ‘7’ blanco realizó un control orientado en carrera, recortó ante su par para dejarle por el camino y soltó un latigazo con la zurda para que el mundo entero supiese que Vini sigue siendo Vini.
La exhibición del astro brasileño ni mucho menos había acabado con su gol. En el descuento del primer tiempo, emuló a José María Gutiérrez. Aprovechó un rechace de la zaga austriaca, enfiló la portería rival y, cuando parecía quedarse sin ángulo, se vistió de ‘Guti’ en Riazor, la pisó y se la cedió en bandeja para que Fede Valverde hiciera el segundo.
A los de Xabi les costó arrancar en la segunda parte y el Salzburgo tuvo algunas ocasiones para recortar distancias en el luminoso.
Sin embargo, Courtois volvió a mostrarse infranqueable y mantuvo la portería a cero.
El duelo parecía evocado al 0-2 final, pero había alguien con ganas de sumar al recital ofensivo de sus compañeros.
En el 83, Trent buscó a Gonzalo en profundidad, pero el pase puso en ventaja al defensor del Salzburgo. La ocasión parecía desbaratada, pero el canterano blanco no se dio por vencido, siguió corriendo (como quien persigue un sueño) y peleó ese esférico hasta acabar obteniendo el premio del gol.
El tanto del 30 madridista no puede pasar por alto. Más allá de la garra, la entrega y la lucha que mostró en la consecución del gol; la definición de la joya de La Fábrica es digna de crack.
Tras plantarse solo frente al guardameta, lejos de ponerse nervioso, la picó al más puro estilo Raúl González Blanco, para cerrar la goleada, certificar el pase a octavos y desatar la locura entre los suyos.