La Galerna
·10 de novembro de 2025
Wrestling en Vallecas

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·10 de novembro de 2025

Buenos días, queridos amigos.
¡No podéis quejaros, insensatos! Aunque os abracen durante varios segundos en el área pequeña, aunque os tiren de la camiseta hasta poneros la sobaquera casi en el cuello, aunque os tiren con una especie de placaje, ¡no podéis quejaros, que sois el Real Madrid, coño!
Entendedlo ya: si antes de que lleguen esas jugadas decisivas, el equipo no ha hecho veinticinco pases medidos al pie, cuatro desmarques en profundidad, varios controles de artista en un campo difícil, nueve regates y, sobre todo, marcado varios goles por la escuadra, la norma no escrita dice que el equipo no puede quejarse. Y nada de eso sucedió, como pudisteis leer en la fenomenal crónica de Francisco Javier Sánchez Palomares de ayer. Los jugadores no estuvieron bien, y así lo reconoció Genaro Desailly en las puntuaciones otorgadas tras el encuentro.
Así que los aficionados tenemos que callarnos y asumir que, como no se ha hecho nada de lo anterior, los jugadores blancos, ayer azules, pueden ser agarrados, sujetados, atenazados con ambas manos en el área. Sucedió la semana pasada con el Valencia. Si no es porque se señaló mano, el agarrón de cuatro segundos a Mbappé habría quedado sin señalizar. Podéis leer aquí la valoración de Alberto Cosín sobre la actuación de Martínez Munuera.
El diario Marca abre con una sonrisa enorme de Vini, quién sabe si resultado de ver que los abrazos a Bellingham y Mbappé se sucedían como si de una nueva edición de Bailar Pegados se tratase:

“El VAR no revisa sendos agarrones a Bellingham y Mbappé”, indica por algún lado en chiquitito. Ayer el VAR sí funcionaba en Vallecas, que sepamos, no como el día que se señaló un penaltito a otro equipo, si bien es cierto que a sus mandos estaba ayer Figueroa Vázquez, que es como poner al Frank Drebin de Agárralo como puedas a dirigir la gala de los Óscar, el mismo desastre, recordad la tercera y riámonos de cosas que tengan más gracia que la MLN.
El diario As parece celebrar que la MLN se apriete, si bien incide algo más en los errores arbitrales y, al menos, se atreve a hablar de “polémica arbitral”:

El Barça no falló en su visita al Celta, como sí pinchó el Madrid en Rayo o el Oviedo en Athletic. Ya pasó la temporada pasada cuando el Real Madrid se escapó siete puntos sobre el cliente único de Negreira: había que recortar esa ventaja. Como fuera. Así el campeonato está más interesante, pensarán Tebas, los anunciantes, las televisiones y el espectador medio, antimadridista en un porcentaje relevante.
Comienza esta semana el parón, o bajón, de selecciones, y la NFL aterrizará por Madrid. Ayer llegó el wrestling a Vallecas. Para el de siempre, el opinador Pável, no hubo nada punible y tiene la jeta de concluir que Jude se deja caer:

Habría que preguntarle un día que significa que “Chavarría compra papeletas para pitarlo”. ¿Que casi le pone el número 5 en las costillas, por ejemplo? ¿Eso es una papeleta? Un árbitro nada sospechoso de madridismo, Iturralde González, dejó claro ayer que era penalti, y esta vez no se habló de eufemismos como “fuerza excesiva”, “intensidad”, “agarra, pero no sujeta” y todas esas estrambóticas explicaciones que hemos leído otras veces a los Andújar, Pérez Burrull y el propio Iturralde.

“Agarra, pero no sujeta”, decía en su día, en otra curiosa interpretación del Reglamento. “Agarra, pero su jeta”, habría que decir con el lacayo Pável y con tantos de estos opinadores. El criterio es variable, como todos sabemos, se puede aludir a la “intensidad” cuando un jugador impida rematar a otro:

Pero luego un leve roce en el hombro puede tener otra consideración para el mismo culegiado:

Ayer podría haberse pitado incluso por reiteración, porque siempre era el mismo tipo, el tal Abracitos Chavarría, el que placaba a los nuestros. En su momento también explicó Iturralde ese extraño protocolo que se aplica en estos casos:

Nos llevan mareando desde hace décadas, con los agarrones, las manos, las líneas del VAR, pero con lo que no fallan es con el color de las camisetas, eso sí suele marcar el desenlace de las jugadas. Los diarios cataculés están de celebración:

El hat-trick de Lewandowski acerca a los de Flick, pero es que nos importa entre poco y nada lo que haga es equipo del que usted me habla.

La prensa barcelonesa destaca en portada la destitución de Joan Peñarroya del equipo de baloncesto. Una mala noticia para los nuestros, pues el entrenador no dejaba de acumular una derrota tras otra desde su llegada. Se habla de la llegada de Xavi Pascual, un gran entrenador, un buen tipo que, no sabemos por qué, parece que aceptará volver al redil culé.
No me agarre usted, señoro, que ya termino con los periódicos, que no quiero ni agarrarlos, ni sujetarlos, ni con fuerza excesiva, ni con ánimos retentivos, todo suyo.
Que paséis un gran día.









































