Anfield Index
·12. Dezember 2025
A Mohamed Salah le enfadó uno de los fichajes de verano del Liverpool

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·12. Dezember 2025

Los comentarios de Mohamed Salah el fin de semana pasado han caído con fuerza en el Liverpool, generando una nueva ronda de escrutinio sobre su futuro a largo plazo y la dirección del club bajo Arne Slot. Aunque el Liverpool sigue decidido a evitar daños duraderos, actualmente hay pocas señales públicas de un avance, y el mercado en general observa de cerca mientras el calendario empieza a inclinarse hacia la ventana de traspasos de enero de 2026.
El interés de la Saudi Pro League ha sido un telón de fondo familiar en los últimos años, y el ruido solo se ha intensificado a raíz del último estallido de Salah. Lo diferente esta vez es la sugerencia de que la estructura ofensiva en evolución del Liverpool —y específicamente el rol de Florian Wirtz— podría ser un factor significativo en cómo se ha escalado la situación.

Foto: IMAGO
Florian Wirtz llegó con el tipo de tarifa y expectativas que inevitablemente invitan a juicios tempranos. Tras un inicio irregular, el jugador de 22 años ha empezado a parecerse cada vez más al futbolista que el Liverpool creía que podía definir su próximo ciclo, hilvanando fases de juego y convirtiéndose en un punto de referencia frecuente en el último tercio.
Ese aumento de influencia importa. Informes en Alemania han presentado a Wirtz como el símbolo de un futuro ataque del Liverpool que puede no estar construido alrededor de Salah, y esa idea se ha planteado como un posible detonante de la frustración del egipcio.
Si esa interpretación es totalmente justa es otra cuestión. Dentro de un vestuario, el estatus rara vez se cuestiona por un solo fichaje. Pero en plantillas de élite, los cambios de rol y énfasis pueden sentirse rápido, y si Salah percibe que el plan a largo plazo del club avanza sin él como protagonista, ayuda a explicar por qué podrían encenderse tensiones.
El Liverpool no quiere perder a Salah únicamente por una disputa pública. Desde una perspectiva deportiva, su rendimiento y presencia siguen siendo de élite, y dentro del club se entiende que asuntos de esta magnitud se resuelven mejor con cuidado que con emoción.
Los mensajes públicos de Slot han sido mesurados, ofreciendo pocos detalles sobre cómo ve el lugar de Salah en el plan inmediato antes del encuentro del fin de semana con el Brighton and Hove Albion. Esa vaguedad puede ser estratégica: los entrenadores suelen evitar alimentar un ciclo de titulares cuando aún hay conversaciones internas en curso.
Sin embargo, cuanto más tiempo permanece sin resolverse una situación, más comienzan a posicionarse las partes externas. En este caso, eso significa que los clubes saudíes siguen merodeando, listos para acelerar su interés si hay algún indicio de que el Liverpool está abierto a la idea.
Si hay un tema constante entre las voces sénior del Liverpool, es la negativa a convertir esto en un juicio público. Hay empatía con los sentimientos de Salah, pero también la insistencia de que el enfoque del equipo no cambie con el ruido.
Virgil van Dijk, preguntado por la situación, resumió el equilibrio que el Liverpool intenta lograr ahora mismo. Dijo: “Es difícil, pero es una situación colectivamente difícil en la que todos estamos. Obviamente, entre Mo y el club, hay cosas pasando. Hay consecuencias, hoy no está aquí para ayudarnos a intentar conseguir los tres puntos. Esa es la realidad, pero no creo que cambie nada en cuanto a nuestro enfoque, nuestra determinación para obtener resultados para el club.”
“No creo que yo sea quien deba hablar sobre si alguien tiene que disculparse por algo. Creo que él ha expresado sus sentimientos en los últimos días, y eso es algo que el club tiene que manejar.”
Eso no es una defensa ni una condena. Es lenguaje de liderazgo: reconocer el problema, asumir las consecuencias y devolver el asunto a donde corresponde: entre Salah y el Liverpool.
La clave es esta: el Liverpool puede valorar a Salah y, aun así, planificar un futuro en el que Wirtz sea el motor del ataque. No son ideas mutuamente excluyentes, pero sí requieren claridad sobre roles, expectativas y minutos, especialmente para un jugador que ha pasado años como el delantero definitorio del Liverpool.
Si Salah se queda, la solución probablemente implique un reinicio en la comunicación y una comprensión más nítida de cómo construye el Liverpool su ataque, especialmente a medida que Wirtz asume un papel estelar. Si Salah se va, el Liverpool afrontará la tarea casi imposible de reemplazar no solo producción, sino aura, y ahí es donde el momento y las oportunidades de mercado se vuelven decisivos.
Por ahora, el desenlace sigue abierto. Pero las próximas semanas nos dirán si esta es una tormenta que el Liverpool puede contener internamente, o el inicio de una transición mayor en la que Wirtz represente la próxima era y Salah se convierta en la decisión más grande que el Liverpool tiene que tomar.
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴 en este enlace.
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