Bronca de Xabi Alonso a uno de los mejores fichajes de Florentino Pérez: Hay tensión | OneFootball

Jude Bellingham no ha comenzado la temporada como se esperaba en el Real Madrid. El centrocampista inglés aún arrastra las secuelas de la operación en el hombro a la que se sometió en verano.

Pese a todo, sorprendió al reaparecer un mes antes de lo previsto. Su recuperación fue vista como un ejemplo de compromiso, pero también como una decisión arriesgada. "Aunque ya juega, no está en plena forma y esa falta de ritmo afecta a su rendimiento y a su adaptación al esquema de Xabi Alonso.

El club sabe que Bellingham es clave, pero necesita tiempo para volver a su mejor nivel. Mientras tanto, la exigencia no baja y eso empieza a generar roces.

La situación de Bellingham en el Madrid | Getty Images

Choque de ideas con el entrenador

Los primeros meses con Alonso en el banquillo no están siendo nada cómodos para el internacional inglés. El técnico tolosarra busca instaurar un sistema mucho más rígido y con roles más definidos. En ese marco, Bellingham ha perdido la libertad que disfrutó anteriormente.

El entrenador le ha pedido que se olvide de marcar tantos goles como antes. Quiere que se convierta en un centrocampista constructor, más pendiente de dar equilibrio que de pisar el área rival. Para Bellingham, que vivió su mejor temporada precisamente gracias a esa libertad ofensiva, el mensaje ha sido un jarro de agua fría.

Este cambio no solo afecta a su confianza, sino también a la química dentro del vestuario. El inglés, acostumbrado a ser protagonista, siente que su impacto puede quedar reducido con esta nueva idea de juego.

El recuerdo de su mejor versión

Conviene recordar que, en su primer año en el Real Madrid, Bellingham fue el máximo goleador del equipo de manera sorprendente. Su capacidad de aparecer desde segunda línea y decidir partidos lo convirtió en una estrella indiscutible.

Con la llegada de Kylian Mbappé, esa faceta ya se había visto reducida. El francés acaparó el protagonismo ofensivo, limitando las llegadas del inglés. Ahora, con Alonso, la situación amenaza con ser aún más restrictiva.

Bellingham ve cómo se le pide algo diferente a lo que mejor sabe hacer. Su mayor virtud siempre ha sido la llegada al área con sorpresa, no tanto quedarse en la base de la jugada. Por eso, el choque con el entrenador no es solo táctico, también es una cuestión de identidad futbolística.