Fondo Segunda
·3. November 2025
El CD Mirandés ha abierto casting para su banquillo

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·3. November 2025

Siempre hay momentos en los que un club se asoma al espejo y se pregunta quién quiere ser. El CD Mirandés vive justo ese instante. Tras la destitución de Fran Justo, el proyecto jabato se detiene, respira y reflexiona con la responsabilidad de elegir un nuevo timonel.
La derrota ante la Cultural Leonesa (3-2) en la Jornada 12 terminó de completar un inicio de temporada irregular. Sin apenas brotes verdes, nada compensa la falta de resultados. La decisión fue dolorosa, pero inevitable. Ahora, el Mirandés abre un casting con aroma a punto de inflexión. Un proceso que no busca solo un entrenador. También una identidad renovada que conecte con una afición que necesita volver a sentir orgullo y pertenencia.
Según avanzaron medios especializados y voces cercanas al club, como el periodista Heri Frade, el favorito número uno para el banquillo jabato es Rubén de la Barrera. El técnico gallego, actualmente libre, habría recibido la propuesta del Mirandés y ha pedido 24 horas para responder, reflejo de que se trata de una decisión estratégica también para su carrera.
De la Barrera es sinónimo de idea, metodología y personalidad futbolística. Su paso por equipos como la Cultural Leonesa, Albacete o Deportivo de La Coruña fue marcado por el sello del buen trato de balón y la construcción de automatismos. Su apuesta siempre fue clara. Equipos reconocibles, valientes y con identidad.
La gran pregunta es si su perfil encaja con la materia prima actual del Mirandés. Un equipo joven, con talento pero aún en construcción, que necesita convicción además de estética.
No obstante, el Mirandés ha tanteado otras opciones que hablan del abanico de perfiles que maneja la dirección deportiva. Entre los nombres que han trascendido están Juan Carlos Garrido, Bolo, Dani Ponz y David Gallego, además de Javi Rozada.
Cada uno ofrece un camino diferente:
La elección, por tanto, define qué Mirandés quiere verse en el espejo en los próximos meses. ¿Un entrenador para sobrevivir y estabilizar? ¿O un constructor con mirada a medio plazo? Lo segundo, en un club como este Mirandés, se antoja ciertamente innecesario.
Los datos de LaLiga y plataformas de análisis evidencian un patrón claro. El Mirandés compite, pero le falta colmillo. El equipo ha firmado buenas fases de juego, pero no ha logrado sostenerlas. Su juventud —una de las plantillas con menor media de edad de la categoría— explica parte del vaivén emocional y futbolístico.

Quien aterrice deberá sumar tres virtudes indispensables para este contexto:
Un momento que exige carácter, convicción y una flecha clara dibujada hacia el futuro.
Cada decisión en noviembre pesa como dos. No solo se trata de elegir entrenador. También se va a elegir el nuevo rumbo. El Mirandés está ante un punto de inflexión que puede transformar un inicio dubitativo en una remontada que conecte con su esencia. La de competir sin complejos, crecer desde la valentía y sorprender a la categoría.
Hay clubes que encuentran su temporada en una decisión. Para el Mirandés, el próximo nombre que se siente en su banquillo puede ser el arquitecto de un nuevo relato. Uno que devuelva ilusión, identidad y ese aroma jabato que tanto enamoró al fútbol español.
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