Fondo Segunda
·30. Dezember 2025
El Málaga celebra con su afición un regreso deseado

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·30. Dezember 2025

Hay mañanas que no se entrenan, se celebran. La del lunes en La Rosaleda fue una de ellas. Cerca de 9.000 aficionados del Málaga poblaron las gradas para acompañar a su equipo en una sesión abierta que tuvo aroma de reencuentro, de comunión renovada. Sonrisas, camisetas al viento, niños pidiendo autógrafos y un equipo que, por unas horas, sintió el empuje de la masa como si fuera día de partido. El fútbol también se construye así: con gestos, con cercanía, con la piel erizada.
Hubo regalos para los asistentes y hubo aplausos que sonaron a promesa. Pero, por encima del ambiente festivo, el foco deportivo se posó en una imagen concreta, casi íntima: Juanpe, el pivote, trabajando parcialmente con el grupo. Un detalle que, en clave Málaga CF, vale oro.
No es un futbolista cualquiera. Juanpe es el metrónomo que el Málaga ha echado de menos. Su presencia —aunque todavía parcial— abre una ventana de optimismo en un tramo de temporada donde cada pieza recuperada es un paso adelante. Verle ejercitarse junto a sus compañeros, aunque con cargas medidas, significa que el camino de vuelta está en marcha.
En LaLiga Hypermotion, el centro del campo es territorio de desgaste y precisión. Juanpe aporta lectura, pausa y equilibrio. Su retorno no solo suma piernas; ordena ideas. Permite ajustar alturas, protege a los centrales y libera a los interiores para llegar con más oxígeno. El Málaga, que ha competido con oficio y compromiso, puede ganar claridad con su regreso.
La imagen de La Rosaleda con miles de aficionados en un entrenamiento dice mucho del momento emocional del club. No es solo fidelidad; es identidad. En una categoría larga y exigente, donde la regularidad marca destinos, el factor ambiental empuja puntos. El equipo lo sabe y lo siente. La grada no jugó, pero estuvo. Y eso, en Málaga, pesa.

La apertura del entrenamiento no fue un acto aislado, sino un mensaje: el club entiende que el vínculo es parte del rendimiento. Los jugadores se marcharon con la sensación de que no caminan solos. En una competición donde los detalles deciden, sentirse arropado suma décimas invisibles.
La cautela con Juanpe será clave. El cuerpo técnico conoce el valor del pivote y no precipitará su regreso. La Hypermotion no perdona acelerones innecesarios. Integrarlo progresivamente, devolverle ritmo competitivo y proteger su físico es la hoja de ruta. Cuando esté listo, su impacto puede ser inmediato.
Mientras tanto, el Málaga sigue construyendo desde la solidez. La competencia interna se eleva, las rotaciones se afinan y el equipo gana alternativas. Recuperar efectivos no solo mejora el once; mejora los entrenamientos, el tono general y la confianza colectiva. Este Málaga que ya es tan inmensamente fiable como local, quizá necesite el espaldarazo del equilibrio de sus pivotes defensivos para terminar de hacerse fuerte también cuando compite lejos de su feudo.
La mañana dejó algo más que buenas sensaciones. Dejó la certeza de que el proyecto respira. De que el club y su gente avanzan en la misma dirección. Y de que Juanpe, con su paso firme y su vuelta paulatina, puede convertirse en el hilo que cosa líneas y dé continuidad al juego.
La Rosaleda volvió a latir fuerte, como en las grandes tardes. Y el Málaga CF se fue a casa con una noticia que no aparece en los marcadores, pero que gana partidos antes de jugarlos: la esperanza tiene nombre propio y ya pisa césped.Ojalá que, muy pronto, más efectivos se sumen a la causa.









































