El Manchester United se desmorona: ¿llegará Ruben Amorim a Anfield? | OneFootball

El clásico de Mánchester dejó un sabor amargo en Old Trafford. Aunque las estadísticas sugieran paridad, en el terreno de juego se mostró una realidad distinta: el City fue dueño y señor del partido con un despliegue de eficiencia que expuso, una vez más, las grietas del proyecto de Ruben Amorim.

Si un hincha del United solo mirara los números posteriores al encuentro, podría engañarse pensando que su equipo compitió: más posesión, más córners, más toques en el área rival y un volumen de remates similar. Pero las cifras, en este caso, mienten descaradamente. El City no necesitó dominar la tenencia ni lanzar centros sin cesar; le bastó con jugar bien, con oficio y contundencia para ganar 3-0.

Phil Foden brilló con una actuación que recordó sus mejores días, Erling Haaland volvió a ser amo y señor del área en ambas mitades del campo, Jeremy Doku aportó desequilibrio, Rodri manejó los hilos del mediocampo y Gianluigi Donnarumma dio una lección de lo que significa tener un arquero de jerarquía. En contraste, el United ofreció poco para rescatar: Bryan Mbeumo mostró algo de coraje y Kobbie Mainoo dejó destellos en sus minutos finales, pero el resto fue, siendo generosos, mediocridad pura.

El tercer gol del City fue la postal más fiel de lo que ocurrió en el derbi. El United movía la pelota con parsimonia hasta que un pase desviado de Manuel Ugarte a Luke Shaw terminó en un control torpe. El balón volvió a Maguire, recién ingresado, quien entregó mal y permitió que Bernardo Silva habilitara a Haaland desde campo propio. El noruego no perdonó, con un disparo impecable al poste que Bayindir no olió. El marcador, más que las estadísticas, reflejó el verdadero abismo entre ambos equipos.

Los números de Ruben Amorim empiezan a condenarlo: apenas un 26% de victorias en Premier (8 en 31 partidos) y un 36% en todas las competencias desde su llegada en noviembre pasado. El United ha sumado apenas 31 puntos en 31 partidos, con 14 fuera de casa y solo 17 en Old Trafford. Para colmo, con cuatro puntos en cuatro jornadas, este arranque es el peor desde 1992.

Lo que viene no da respiro: Chelsea en casa, Brentford como visitante, Sunderland en Old Trafford y, luego, la visita a Anfield frente al Liverpool. La pregunta es inevitable: ¿llegará Ruben Amorim a ese partido decisivo… o su ciclo se apagará antes de pisar el clásico más temido por la afición roja?