Jagiellonia 1-2 Rayo Vallecano: A la tercera fue la vencida | OneFootball

La Franja gana su primer partido fuera de casa y se jugará en la última jornada su presencia en el top-8

El Rayo Vallecano recogió el testigo y el vacío que ha dejado el mundo del rock nacional esta semana. Las muertes de Robe Iniesta y Jorge Martínez, líderes de Extremoduro y Los Ilegales, respectivamente, han afectado a una gran parte de la población. Uno de ellos es Sergio Camello. Activo en las redes con likes a las publicaciones en relación con estas tristes noticias, el atacante de San Blas sacó su mejor versión después de unos tiempos oscuros en lo que se refiere al ámbito personal. Pero los rockeros tienen esto. Cuando mueren uno de los suyos, componen sus mejores canciones en forma de rabia y alegría para sanar las pérdidas inesperadas. Como si fuera AC/DC para honrar la muerte de Bon Scott en el Back In Black, Camello realizó 45 minutos excelsos llenos de movimientos, ocasiones y ganas de reivindicarse para callar a los haters. En el barrio, sigue siendo muy querido por sus palabras a pesar de su insuficiente rendimiento, como las recientes en la revista Panenka: «El Estadio de Vallecas, sin su gente, no sería Vallecas y no tendría sentido». Es un futbolista que va más allá de lo que puede aportar en el terreno de juego.

Querer, perdonar y pagar

Íñigo Pérez sabía lo que se jugaba y lo demostró en el once titular. Más presencia de la considerada unidad A que de la B, aspecto inusual en la Conference League. Además, las lesiones en el conjunto franjirrojo no daban muchas opciones. Solo con la presencia de Andrei Ratiu y Pep Chavarría daba la claridad de que este envite era una final. Y así lo plasmó el Rayo Vallecano en el campo. Un dominio superlativo de los de Vallecas durante 40 minutos donde solo tuvieron un defecto: marcar un gol. La Franja hizo méritos como para golear en el primer tiempo. De hecho, Camello pudo anotar hasta 4 dianas, pero los palos evitaron que su Rock & Roll no fuera un inicio ultra eléctrico.

Sergio Camello, celebrando su gol gracias a una asistencia de Álvaro García. Foto: Rayo Vallecano

El Jagiellonia, totalmente superado y obligado a jugar en largo, no fue capaz de encontrar ni a su estrella (Jesús Imaz) ni a su goleador (Afimico Pululu). El Rayo Vallecano estuvo activo en la presión alta, en verticalidad y en la recuperación. Seguramente, la mejor actuación del equipo de Íñigo Pérez en su aventura europea. Ahora bien, uno de los lemas de este deporte es: «Si perdonas, lo puedes pagar caro». Y esto le pasó a la Franja. En los cinco minutos finales del primer capítulo de este encuentro, se le pudo ir otra ventaja a la basura, como pasó en Bratislava. Una vez más, el balón parado provocó dolores de cabeza. Jesús Imaz hizo el 1-1 y, en una acción similar posterior, estuvo a punto de encontrar el 2-1. Por suerte, su tiro se fue a las nubes. Por suerte, las malas noticias llegaron al filo del descanso

La familia

El conjunto polaco presentó sus credenciales en la segunda mitad. Con un inicio de ritmo de partido más pausado, pero con Pululu creando peligro. El Rayo Vallecano tenía menos presencia ofensiva y el arreón de los locales era palpable. Augusto Batalla tuvo que intervenir en más de una ocasión para evitar sustos. Las caras de los jugadores rayistas, entre ellos, eran claras. Se podía leer su mensaje mental: «Nos toca apretar el culo y sufrir». El encuentro llegó a un intercambio de ataques donde Pozo lideraba a los locales e Isi a los visitantes.

Pacha Espino, dedicando a su padre, fallecido hace unos días, el gol de la victoria. Foto: Rayo Vallecano

En el peor momento para los de Vallecas, apareció el factor emocional del partido. Pacha Espino, que entró junto a Fran Pérez y Jorge de Frutos, tenía una meta. Hace 9 días, perdió a su padre. Esto le hizo perderse los partidos ante el Real Ávila en la Copa del Rey y contra el RCD Espanyol en la competición doméstica. En vez de estar afectado, sacó su rabia para firmar la heroicidad de la noche. Un centro chut raso que dejó congelado al Chorten Arena. Sus compañeros, automáticamente, arroparon al charrúa, que está brillando más de extremo que de lateral. El Jagiellonia notó el 1-2 en lo mental, pero no se dio por vencido. Un rival digno a pesar de que al inicio estuvo bloqueado gracias a los méritos de un gran Rayo Vallecano, que impuso su jerarquía de nivel en lo que respecta a LA LIGA de la Ekstraklasa.

Mirando el próximo vuelo

Con este triunfo, el conjunto de Íñigo Pérez confirma su continuidad en la Conference League, aunque aún no ha certificado su presencia en el top-8, que ahorraría una ronda previa. Si consigue ganar al Drita FC en la última fecha el próximo día 18 de diciembre, estará presente en los octavos de final. Es más, incluso puede quedar como primero. A falta de que acabe la jornada, se encuentra en el top-5, a un punto del liderato y con 10 en la suma total.

Una actuación coral que permitió la alegría de los 300 aficionados presentes en el estadio, que vibraron y cantaron la Vida Pirata. El barrio conquistó Polonia como los grandes. Supo dominar, supo sufrir y supo golpear. Victoria de grandeza, triunfo lleno de humildad que te hace ser gigante. Eso es el Rayo Vallecano, arropar a los que pasan un mal momento para que puedan brillar en el futuro. Que te lo digan Sergio Camello y el Pacha Espino.

FICHA TÉCNICA:

Jagiellonia: Abramowicz, Wdowik, Stojnovic, Vital, Wojutszek, Drachal (B. Mazurek, min.46), Flach (Romanczuk, min.68), Jesús Imaz, Pietuszewski, Alejandro Pozo (S.Lozano, min.68) y Pululu

Rayo Vallecano: Batalla, Balliu (Pacha, min.60), Lejeune, Luiz Felipe, Pep Chavarría, Unai López, Pathé Ciss, Isi, Ratiu, Álvaro García (Jorge de Frutos, min.61) y Sergio Camello (Fran Pérez, min.61).

Goles: 0-1, (Sergio Camello, min.6). 1-1, (Jesús Imaz, min.44). 1-2 (Pacha Espino, min. 61).

Árbitro: Edgar Malcevs. En los locales, fue amonestado Drachal. En los visitantes, Pep Chavarría

Estadio: Chorten Arena