Japón se rinde a Lamine Yamal | OneFootball

El Barça ya está en Japón para iniciar su gira veraniega. El recibimiento superó las expectativas en el hotel de concentración. Lamine fue el centro absoluto de atención desde su llegada.

El FC Barcelona ya ha puesto en marcha su gira asiática. Tras aterrizar en Osaka, la expedición azulgrana se desplazó hasta Kobe, donde el equipo se hospedó en el Portopia Hotel antes del amistoso de este domingo frente al Vissel Kobe. A la llegada, medio centenar de aficionados esperaba a los jugadores con camisetas, móviles y pancartas. El entusiasmo era general, pero hubo un nombre que sobresalió desde el primer minuto.

Lamine Yamal fue el más aclamado por los seguidores locales. Su camiseta era, de lejos, la más repetida entre los fans, muchos de ellos con el dorsal 19, pero también con el 27 e incluso con el flamante 10, recién heredado de Ansu Fati. Que ese nuevo dorsal ya se vea en las calles japonesas dice mucho de la magnitud de su figura.

El joven futbolista bajó del autobús con calma, luciendo gorra y maleta, y no dudó en saludar a los aficionados, visiblemente emocionados. Pese al cansancio del viaje, su gesto fue recibido con aplausos y gritos —siempre respetuosos, como dicta la cultura local—. No estuvo solo en este arranque de gira: lo acompañan su madre, Sheila Ebana, y su hermano, Keyne, también parte del viaje. Otros familiares, como los padres de Pedri y Fermín López, también están en Japón.

Aunque otros nombres como Gavi o Cubarsí también tuvieron presencia en las camisetas que se veían por el hotel, ninguno alcanzó el nivel de seguimiento del extremo de Rocafonda. A sus 18 años, se ha convertido en un auténtico fenómeno global que traspasa lo futbolístico.

El Noevir Stadium colgará el cartel de “sold out” este domingo para ver el amistoso ante el Vissel Kobe, un termómetro más del tirón que sigue teniendo el Barça en Asia. Pero ahora hay un nuevo rostro que despierta la admiración del público japonés. Lamine Yamal, con su fútbol, carisma e imagen, se perfila como uno de los activos más potentes del club tanto dentro como fuera del campo. Y Japón, ya lo ha dejado claro, también se ha rendido a sus pies.