Martinelli y Trossard salvan al Arsenal en debut en Champions | OneFootball

El Arsenal consiguió una vital victoria en la UEFA Champions League, pero no sin antes sufrir y tener que recurrir a la profundidad de su plantilla. En un partido que se mantuvo cerrado por más de una hora, la clave para los Gunners no estuvo en el once inicial, sino en los jugadores que esperaban en el banquillo. El entrenador de los londinenses acertó con los cambios y dos suplentes, Gabriel Martinelli y Leandro Trossard, se convirtieron en los héroes de la noche al asegurar la victoria por 2-0 frente a un férreo Athletic Club de Bilbao.

(Photo by David Ramos/Getty Images)

El encuentro fue una batalla de paciencia. El Arsenal intentó dominar el juego con su característico estilo de posesión, pero la ordenada defensa del Athletic Club se mantuvo firme, cerrando los espacios y frustrando cada intento ofensivo de los locales. El reloj avanzaba y la tensión en el Emirates Stadium crecía, con los aficionados sintiendo la presión de no poder romper el empate sin goles. La falta de creatividad y el asedio estéril del ataque titular pedían a gritos una solución desde el banquillo.

Fue al minuto 72 cuando la jugada maestra se puso en marcha. Con un cambio ofensivo, Martinelli entró al campo con la clara misión de desequilibrar. El delantero brasileño, con su velocidad y habilidad, no tardó en dejar su marca. Tras recibir un pase preciso de su compañero de banquillo, Leandro Trossard, Martinelli se internó en el área y, con una gran definición, anotó el primer gol del partido. El grito de la afición fue un alivio inmenso, no solo por el gol, sino por la evidencia de que el cambio había funcionado a la perfección.

UEFA Champions League (Photo by David Ramos/Getty Images)

El gol de Martinelli no solo rompió el cerrojo defensivo del Athletic, sino que también revitalizó al equipo. Con el impulso del 1-0, el Arsenal siguió presionando, y la conexión entre los dos suplentes se hizo aún más evidente. La sentencia del partido llegó al minuto 87, y esta vez, los roles se invirtieron. Martinelli, con el mismo desparpajo que mostró en su anotación, se movió por el flanco izquierdo y asistió de manera brillante a Leandro Trossard. El belga, con la calma y la precisión que lo caracterizan, remató con fuerza para poner el definitivo 2-0 en el marcador y sellar la victoria.

Esta victoria es más que tres puntos para el Arsenal en la Champions League; es una lección de que el éxito no siempre depende de las estrellas en el campo, sino de la capacidad de los jugadores de reserva para marcar la diferencia. El Athletic Club de Bilbao, por su parte, se marcha de Londres con la cabeza en alto, sabiendo que compitió de tú a tú durante gran parte del partido, y que solo fue la profundidad de la plantilla del Arsenal lo que terminó decidiendo el encuentro. El banquillo se vistió de gloria y el Arsenal puede celebrar una victoria construida por aquellos que esperaban su oportunidad.