Un jugador de Las Palmas, especialista en curling | OneFootball

En el fútbol, hay jugadas que se dibujan con mimo. Trazos precisos que parecen hechos para detener el reloj. Cuando la UD Las Palmas necesitaba dar un paso adelante frente al CD Leganés, fue Manu Fuster quien lo hizo.

Esa asistencia que dejó el balón “al espacio justo” para que Ale García definiera no fue solo una acción. Fue un poema de técnica, de timing, de visión. Xavi Rodríguez lo describió como si fuese un jugador de curling, que manda la piedra con la precisión justa para que llegue al lugar adecuado.

Fuster: talento que define partidos para la UD Las Palmas

Manu Fuster llegó a Las Palmas para pasar desapercibido. Lo hizo para sembrar peligro, ofrecer alternativas ofensivas y ser ese tipo de futbolista que cambia la cara al equipo. En el duelo contra el Leganés, Fuster fue el autor del pase clave del único gol. De uno de esos que valen tres puntos.

Su promedio de pases claves por partido lo coloca entre los medios ofensivos más creativos de la categoría. Y su contribución no se queda en asistencias. Cada vez que toca el balón inspira que algo va a suceder. Todo, pese a que ha pasado por un tramo en la isla dominado por la irregularidad.

Variedad ofensiva: la ventaja amarilla

Ese tipo de talento no llega solo. Las Palmas lo está aprovechando como una de sus grandes armas. Con jugadores como Fuster combinando con otros perfiles —rapidez por banda, remates desde fuera, jugadores de impacto tardío— el equipo de este inicio liguero ha mostrado una polivalencia ofensiva difícil de contener.

Foto: Florencia Tan Jun/Getty Images

No obstante, la efectividad aún flaquea en ciertos tramos. Y a veces las defensas del rival logran cerrar espacios si la última pausa o último pase no tienen precisión. Ahí, contar con talentos como el de Fuster puede marcar las diferencias.

¿El empujón para aspirar alto?

Si Las Palmas logra que ese toque de talento sea constante, si Fuster mantiene el nivel de inspiración y precisión, estamos ante algo más que un partidazo aislado: podría ser el empujón que lleve al club amarillo a pelear por lo que se propone. El ascenso exige no solo constancia, sino momentos de brillo individual que se traduzcan en goles y puntos.

Cuando Manu Fuster dibuja ese pase que parece una caricia al espacio, Las Palmas recuerda quién es, qué quiere ser, y por qué puede aspirar a metas grandes. En una liga tan reñida, esas pinceladas de calidad pueden marcar la diferencia.