El Atleti desmonta estigmas | OneFootball

El Atleti desarma con una 'manita' al Madrid invicto de Xabi Alonso en el MetropolitanoAngel Martinez

El derbi dejó la imagen de un Atlético de Madrid ambicioso, consciente de la necesidad de ganar, frente a un Real Madrid que se quedó en los vestuarios pese a ponerse por delante 1-2 a instancias del descanso. Fue entonces cuando, al filo del final de la primera parte, Sørloth, con un cabezazo imponente celebrado junto a su afición, sembró la duda en el conjunto blanco. Una incertidumbre que se prolongó durante toda la segunda parte y acabó en una debacle: cinco goles encajados ante el eterno rival de la capital. Una “manita” histórica en el registro de los derbis. Eso sí, con la mesura que pidió Koke tras el pitido final: “Es un partido para la historia, aunque solo son tres puntos, obviamente”.

El relato de un Atlético exclusivamente defensivo se tambalea. Este equipo ya no vive del repliegue. Ahora propone, carga desde el mediocampo hacia arriba y busca presionar con futbolistas en campo contrario. Simeone, obligado por su zaga actual: Le Normand y Lenglet cumplen, pero no son Godín ni Miranda, ha convertido la necesidad de reinventarse, en oportunidades para potenciar otras características. Un Atleti que presiona alto y tiene la capacidad de desarmar al rival. Lo hizo en el mejor escenario posible, un derbi en casa frente al líder invicto, el Madrid de Xabi Alonso afrontaba su primer gran examen y lo suspendió con estrépito. La solidez defensiva desapareció, el juego fluido se esfumó y las estrellas que venían siendo elogiadas apagaron su brillo.

Xabi Alonso volvió a irse del Metropolitano sin premio. El año pasado, con el Leverkusen, no pudo tumbar a un Atleti en inferioridad numérica y que remontó el encuentro. En su primer derbi, la historia se repitió: falto de ideas, fue remontado y sometido por la táctica y hambre rojiblanca. Julián Álvarez, brújula y motor, lideró la remontada; Griezmann, dejando a un lado su sequía, puso la guinda para cerrar la manita. Con otros actores secundarios como el gran arranque de temporada de Llorente, la irrupción de Nico González, el rejuvenecimiento de Koke, los galones que va asumiendo Pablo Barrios cada partido que pasa y el carácter de Giuliano, que es una extensión de su padre dentro del campo.

Las lágrimas de Simeone fueron el reflejo de la enorme presión que ha soportado en las últimas semanas y, al mismo tiempo, un sentimiento compartido con la afición rojiblanca. Tras un inicio de temporada complicado, el equipo empieza a ver la luz al final del túnel: la táctica del Cholo comienza a dar frutos y los jugadores empiezan a fluir. Con coraje y corazón, justo lo que siempre les exige su afición. El técnico debe dejar atrás la mentalidad de priorizar la defensa y asumir que, con este nuevo estilo, también logra resultados. Además, ofrece un fútbol más vistoso, acorde al talento de los futbolistas que tiene hoy en sus filas.

La capital es rojiblanca hasta el próximo derbi. Queda por ver si en el Bernabéu Xabi Alonso aprende la lección o si Simeone confirma que tiene tomada la medida al nuevo técnico blanco.