El Dépor alza la voz de LaLiga Hypermotion en Copa | OneFootball

La Copa del Rey tiene memoria. Y en noches concretas, como la vivida en Riazor, se convierte en espejo. Un espejo donde los clubes históricos se reconocen, donde la grada se vuelve a ver grande y donde los jóvenes entienden por qué este escudo pesa tanto. El Dépor lo volvió a sentir. Y lo hizo con un gol que ya es parte de su relato.

El Dépor eliminó al RCD Mallorca, equipo de Primera División, y aseguró que LaLiga Hypermotion tenga representación en los octavos de final del torneo del KO. Pero lo verdaderamente trascendente no fue solo el resultado. Fue el cómo. Y, sobre todo, el quién.

Un Dépor competitivo, serio y con alma

El partido fue un ejercicio de madurez del conjunto blanquiazul. Sin complejos, sin renunciar a su plan, sabiendo sufrir cuando tocaba y entendiendo que en la Copa cada detalle es una frontera. El Mallorca llevó el peso en muchos tramos, como corresponde a un equipo de categoría superior, pero el Dépor resistió con orden, intensidad y una convicción que no se negocia.

En LaLiga Hypermotion, el Deportivo ya había mostrado una notable solidez defensiva y una identidad clara. En Copa, esa misma versión se elevó con un plus emocional. Porque no todos los días se juega para seguir vivo ante un Primera. Y no todos los días Riazor empuja así.

Noé Carrillo, el nombre que ya no se olvida

Corría el último tramo del partido cuando apareció Noé Carrillo. Canterano. De la casa. De esos que han recorrido Abegondo con frío, barro y sueños grandes. Su gol no fue solo el 1-0 definitivo. Fue una declaración de principios.

Un estreno goleador que ya es histórico. Porque no todos debutan marcando en Copa del Rey. Y menos aún para eliminar a un equipo de Primera División y meter a tu club en octavos. El balón entró, Riazor explotó y Noé pasó, sin saberlo del todo, a formar parte del imaginario deportivista.

Cantera como bandera, presente y futuro

El Deportivo lleva tiempo apostando por su base. No siempre por convicción, a veces por necesidad. Pero noches como esta validan el camino. El gol de Carrillo no es una anécdota: es un mensaje. La cantera no solo completa convocatorias, también decide eliminatorias.

En una categoría como LaLiga Hypermotion, donde el equilibrio económico es delicado, que la cantera aporte rendimiento y momentos clave es un valor estratégico. Y emocional. Porque el aficionado se reconoce en ellos.

LaLiga Hypermotion también compite

La eliminación del Mallorca tiene una lectura colectiva. El Dépor asegura que LaLiga Hypermotion siga viva en los octavos de final de la Copa del Rey. Y lo hace recordando algo que a veces se olvida: la Segunda División no es un territorio menor, es una jungla competitiva.

Cada temporada, equipos de esta categoría demuestran que pueden mirar de frente a clubes de Primera. El Dépor lo hizo con fútbol, orden y corazón. Sin milagros. Sin épica forzada. Con argumentos.

Riazor como factor diferencial

Hay estadios que no entienden de categorías. Riazor es uno de ellos. En noches así, el cemento pesa, el aire empuja y el rival lo nota. El Deportivo volvió a convertir su casa en un aliado. Y eso, de cara al futuro, es una noticia tan importante como el pase.

Porque si Riazor vuelve a creer, el Dépor tiene mucho ganado.

Un gol que abre caminos

El gol de Noé Carrillo no solo cierra una eliminatoria. Abre caminos. Para él, para la cantera, para un Deportivo que sigue reconstruyéndose desde la identidad. La Copa del Rey volvió a recordar por qué emociona tanto: porque permite que un canterano escriba historia en una noche.

El Dépor está en octavos. LaLiga Hypermotion sigue viva. Y Riazor, una vez más, volvió a latir como en los viejos tiempos.