La Galerna
·15 November 2025
El problema con Harry

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·15 November 2025

Buenos días, amigos. Hoy la prensa deportiva nacional nos presenta en sus portadas un batiburrillo de asuntos que nos provoca un interés rayano en la displicencia. Son portadas que nos comunican, como decía aquel, una emoción perfectamente descriptible. Estas sensaciones aciagas son consecuencia del parón de selecciones en que nuevamente nos hallamos sumidos. Nuestro amigo Jesús Alcaide los ha rebautizado como “bajón de selecciones”, y se ha quedado corto.
Este parón está resultando especialmente desagradable. Son paréntesis que los medios suelen aprovechar para tratar de dinamitar el Real Madrid, con el erróneo seguimiento en algunos casos de las redes sociales madridistas, que se prestan ingenuamente al vano y cansino intento de demolición. En este parón, está siendo al revés: son los propios madridistas de las redes, a veces parapetados tras nicks misteriosos, los que nos están instando a la duda entre cortarnos las venas y dejárnoslas largas, como decía ese mismo aquel, u otro.

En Sport, por ejemplo, aparece David Broncano retozando por el césped, en ademán juguetón, con quien parece ser un sobrino de este portanalista que responde al nombre de Iñaki (el sobrino, no el portanalista). Broncano ríe en el refocile y eleva el brazo como punteando una fanfarria de la banda que ameniza sus programas, mientras en segundo plano un sujeto no identificado se echa las manos a la zona genital. La escena es perturbadora.
“Primer match ball”, reza el titular. El match entre Broncano y el sobrino Iñaki parece en efecto todo un éxito, mientras el ball lo pone por partida doble el de atrás.
En espacios inferiores, Sport nos comunica que Harry Kane podría fichar por el club cliente de Negreira. The trouble with Harry, como nos diría Alfred Hitchcock, es que es demasiado buen jugador y una persona demasiado honesta como para enrolarse en semejantes filas. Sí, sí, ya sabemos de lo del libre albedrío y tal. Pero en este caso el contraste entre el hombre y la institución es tan fuerte que habría que hacer todo lo posible para hacer que no prevalezca. Si hay que detener a Harry y encerrarlo temporalmente en una mazmorra llena de comodidades, se hace y punto. Sería por su bien, y en el entendido de que solo una enajenación mental transitoria podría mover a un tipo tan ejemplar a querer formar parte de entidad tan desacreditada.
Parafraseando la película “Amanece que no es poco”, podríamos aseverar que en este portal es verdadera devoción lo que tenemos por Harry Kane. Queremos tanto a Harry, que diría Cortázar, y nos dolería de tal manera verlo en nómina de tan pestilente empresa que amenazaríamos con meternos a monjas de clausura para ahorramos el disgusto de verlo de azulgrana (por cierto, la mejor forma de sobrellevar este parón es ir al cine a ver la extraordinaria película “Los domingos”, que lidia con ese tipo de temática -lo de la clausura, no lo de Harry Kane-).

Ay. Mundo Deportivo insiste, pero al menos abre el abanico de posibles fichajes negreiros para diluir nuestro sinvivir. Con tal de que no fichen a Harry, lo que sea. Es una cuestión moral. Lo de Julián Álvarez lo vemos fácil: un trueque a pelo con Lewandowski, o con David Broncano, o con Joan Gaspart, o con quien sea. Aunque haya cambiado de manos accionariales, seguro que en el Atleti ven con buenos ojos un traspaso de su mejor jugador al único equipo que puede hacer daño al Madrid, incluso aunque el traspaso sea muy perjudicial para sus intereses.
Pero ¿qué decimos? ¿Acaso algo que potencialmente perjudique al Madrid puede ser filosóficamente perjudicial también para el Atleti?
El resto de jugadores (Osimhen y Guirassy) que aparecen en la primera plana de Mundo Deportivo son más neutros, por así decirlo. Dice el titular que “un 9 top es viable”. Todo el mundo sabe que el Barça no tiene dinero, pero todo el mundo sabe también que, de manera abracadabrante, el titular tiene razón. Cualquiera de esos nueves es viable para ellos. Incluso todos ellos juntos, a cholón. Preguntarse de dónde saca el dinero el club cliente de Negreira es como preguntarse por qué potan los niños. El Gran Wyoming ya ensayó una respuesta tiempo atrás, pero el tema sigue abierto a especulaciones.

El parón es así, no lo he inventado yo. Puedes topar sin comerlo ni beberlo, sin previo aviso, con esta cara de Luis de la Fuente, y encima tienes que asumir con naturalidad que As la defina como “cara de Mundial”. Luis de la Fuente es un señor que solo se hace visible durante los aciagos parones (o bajones), y puede, ahora que lo pensamos, que no nos cayera tan mal si no lo asociáramos inevitablemente con esos momentos tan anticlimáticos. Es un poco como otro calvo (con todo el respeto): el del anuncio de la Lotería de la Navidad. Quizá no tendríamos nada contra él si no apareciera de manera tan puntual y tan plasta en un momento muy concreto (y, no nos engañemos, un poco plasta también) del año.

La portada de Marca la ha elaborado alguna IA en momento de escasa inspiración. ¿Inspiración? ¿La IA? ¿Visitan las musas al algoritmo? De ser así, esta mañana han pasado de la IA marquista, como de Serrat en su maravillosa canción “No hago otra cosa que pensar en ti”.
Nosotros no hacemos otra cosa que pensar en el Real Madrid, que está allí, a la vuelta de la esquina. Los malajes podrán continuar con la vana tentativa de reducirlo a escombros, pero pasado el parón, para compensar su matraca, podremos al menos verlo jugar al mismo tiempo.
Pasad un buen día.









































