Sevilla le ganó 4 a 1 a Barcelona y dejó a Real Madrid como único líder | OneFootball

El Blanquirrojo dio la nota en la octava jornada de La Liga. Los dirigidos por Matías Almeyda tuvieron un gran primer tiempo y eso les alcanzó para vencer al campeón defensor por 4 a 1. Sevilla le ganó a Barcelona y dejó a Real Madrid como único líder.

La pesadilla Culé arrancó temprano. A los 10 minutos, Ronald Araújo le cometió un penal a Isaac Romero que fue muy discutido. El árbitro tuvo que apoyarse en el VAR y le dio la pena máxima a los locales. Y, desde los doce pasos, no falló Alexis Sánchez para anotarse con la ley del ex.

Sevilla tuvo todo para liquidarlo. Gabriel Suazo se la sirvió a José Ángel Carmona, que remató desviado. Un rato más tarde, Wojciech Szczesny le tapó una muy clara a Romero. Y cuando volvieron de la pausa de hidratación, Barcelona recibió la segunda estocada del domingo.

A diez para el descanso, Jules Koundé perdió una pelota en campo rival. La contra fue letal. Ruben Vargas avanzó por izquierda y tiró el buscapié que Isaac Romero empujó al fondo de la red. A todo esto, los de Hansi Flick eran un verdadero desconcierto.

¡Descontó Rashford pero no alcanzó! Sevilla le ganó a Barcelona y dejó a Real Madrid como único líder

Se habían cumplido los seis minutos de adición que había dado Alejandro Muñiz Ruíz, pero el juez dejó seguir. Ferrán Torres se la robó de atrás a Lucien Agoumé y el Blaugrana tuvo una chance extra que no dilapidó. Pedri levantó un centro pasado y Marcus Rashford marcó el descuento previo al entretiempo.

Dentro de la rebeldía que pudieron mostrar los catalanes en la complementaria, el fútbol también les fue esquivo. Una falta de Adnan Januzaj sobre Alejandro Balde le dio un penal a la entidad Culé. El encargado de patear fue un experto. No obstante, Robert Lewandowski la mandó afuera.

Sevilla, de exquisito período inicial, liquidó todo sobre el cierre con un tanto de Carmona y una réplica de Akor Adams y cantó victoria en un partidazo de La Liga. Con la derrota por 4 a 1 se terminó el invicto de Barcelona. Y más allá de la fiesta local, quien también celebró fue Real Madrid, que se fue al receso como único líder en la elite española.