Victoria de coraje: el Atlético de Madrid sobrevive al asedio del PSV | OneFootball

El Atlético de Madrid viajó hasta Eindhoven para enfrentarse al PSV en un duelo directo por acercarse a las plazas del top 8 de la liguilla de la Champions League.

A los 10 minutos llegó el primer golpe. Balón en profundidad para la carrera de Couhaib Driouech, que le ganó la espalda a Molina y sirvió un pase de la muerte para que Guus Til solo tuviera que empujar el balón al fondo de la portería. El Atleti sufría: la presión alta y el buen juego neerlandés lo tenían sometido.

En el minuto 23 apareció la primera ocasión clara para los rojiblancos. Centro de Julián Álvarez que Sorloth remató desviado a escasos metros del arco. Mientras el PSV encontraba con facilidad líneas de pase y generaba peligro, el Atlético necesitaba elaborar mucho para producir apenas un mínimo sobresalto.

El premio llegó gracias a un error local: una mala salida del portero del PSV comprometió a Yarek, que perdió la pelota. Sorloth asistió a Julián, que definió a placer para poner el empate.

El gol equilibró fuerzas. El Atlético comenzó a proponer más y el PSV bajó una marcha. El partido creció en ritmo, en intensidad y en espectáculo.

La segunda parte empezó de forma inmejorable para los de Simeone. En un córner, Nahuel Molina cazó un rechace con un potente disparo desde fuera del área que el portero no pudo blocar, y Hancko, empujó el balón para darle la vuelta al marcador.

Y el golpe siguiente no tardó en llegar. En el minuto 56, un centro de Barrios encontró la cabeza de Sorloth, que esta vez sí conectó un remate imparable para ampliar la ventaja rojiblanca.

El guion obligó al PSV a un arrojo todavía mayor. Los neerlandeses adelantaron líneas y ganaron metros combinando, mientras el Atlético de Madrid seguía generando ocasiones y, al mismo tiempo, ajustando una defensa que se volvió infranqueable.

Pero el PSV no se rindió. Perisic, recién ingresado, botó un córner que Pepi remató a gol, encendiendo el tramo final del partido. A partir de ahí, el equipo holandés apretó con todo, asfixiando la salida del Atlético.

El reflejo de lo que se venía fue el cambio de Giuliano por Le Normand, una declaración táctica clara: tocaba resistir el vendaval neerlandés.

Finalmente, y tras un ejercicio extremo de sufrimiento y carácter, el Atlético de Madrid logró tres puntos vitales ante un rival durísimo, y mantienen viva la lucha por entrar en el top 8 de la liguilla.