El Córdoba firma números de líder en Segunda | OneFootball

Hay estadios que no solo respiran fútbol, lo exhalan. Lugares donde el césped parece latir, donde la grada ruge como si los goles se marcasen desde el alma. El Nuevo Arcángel ha recuperado ese pulso magnético. El Córdoba CF, impulsado por un fútbol vibrante y una convicción creciente, volvió a ganar ante su gente, esta vez frente a un rival que llegaba con etiqueta de indestructible: el Ceuta, que acumulaba la mejor racha sin perder en toda LaLiga Hypermotion.

El triunfo no fue uno más. Fue una declaración silenciosa, pero rotunda, de que este Córdoba ya no compite solo para sobrevivir o asentarse, sino para mirar hacia arriba sin complejo alguno. Si la competición se midiera únicamente por las últimas cinco jornadas, el conjunto de Iván Ania sería líder. 13 de 15 puntos posibles, con un registro que asusta: 8 goles a favor y solo 2 encajados. Palabras mayores en una categoría diseñada para triturar cualquier racha positiva.

Un impulso que ya no parece casualidad

Los números hablan, pero el juego del Córdoba los respalda con mayúsculas. En este tramo reciente, el equipo se ha mostrado como uno de los más completos de la liga. Sólido, reconocible y con un plan de partido que resiste escenarios distintos. Ha sabido dominar desde la posesión, contragolpear cuando tocaba y gestionar ventajas con criterio.

El 4-1-4-1 que Ania ha ido puliendo está alcanzando una madurez evidente. El equipo defiende alto, presiona coordinado y lanza ataques con verticalidad quirúrgica. La medular sostiene el ritmo, la línea defensiva ha reducido errores y en área rival las ocasiones empiezan a transformarse con mayor fiabilidad.

Si acudimos a plataformas de análisis, el Córdoba ha sido en este tramo uno de los equipos que más tiros entre palos genera y uno de los que menos concede. Esa combinación es el primer síntoma de un bloque competitivo de verdad, no de un pico de forma pasajero.

El efecto psicológico: creer para crecer

El factor emocional también juega. Cada victoria alimenta una convicción interna que se transmite del vestuario a la grada y vuelve al césped multiplicada. Este Córdoba compite con alegría, pero también con madurez. Antes, un tropiezo frenaba la ilusión. Ahora, parece que nada la detiene.

El empate ante la UD Almería —el único resultado que restó la perfección al pleno— dejó buen sabor de boca al producirse ante un candidato a todo. El equipo mostró que sabe sobrevivir ante rivales de entidad cuando el partido se ensucia. Ese punto, lejos de frenar la dinámica, la fortaleció.

La victoria frente al conjunto con mejor racha previa no solo suma tres puntos. Despeja más dudas, refuerza el vestuario y envía un mensaje al resto de la liga. Este Córdoba ya no es un actor secundario. Es protagonista.

¿Hasta dónde puede llegar este Córdoba?

En una liga tan imprevisible como la Hypermotion, las rachas no garantizan nada… pero lo insinúan todo. Si el Córdoba mantiene esta versión, puede permitirse soñar con cotas ambiciosas. Lo que hoy es un gran momento de forma puede convertirse en un punto de inflexión hacia un objetivo mayor.

Lo importante es que el club ha encontrado una identidad competitiva, una idea reconocible y un rumbo ilusionante. Los pies seguirán en el suelo —Iván Ania rara vez permite otra cosa— pero el corazón del cordobesismo empieza a acelerarse con razones de peso.

El Arcángel vuelve a ser un lugar donde los rivales llegan con respeto y se marchan con cicatrices. El Córdoba no mira el retrovisor, acelera. Y cuando un equipo se siente capaz de sostener un ritmo de ascenso… Su peligro es más que evidente y cierto.