El eterno equilibrio de la UD Las Palmas | OneFootball

El eterno equilibrio de la UD Las Palmas | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: SoyDe2A

SoyDe2A

·3 de noviembre de 2025

El eterno equilibrio de la UD Las Palmas

Imagen del artículo:El eterno equilibrio de la UD Las Palmas
Imagen del artículo:El eterno equilibrio de la UD Las Palmas

Hay equipos que viven en la exageración y otros en la constancia. La UD Las Palmas pertenece al segundo grupo. Cada temporada parece escribir la misma historia, como si el día de la marmota se tratase: doce goles en doce jornadas, ni uno más, ni uno menos. Esa exactitud casi poética —un gol por partido— dice más del equipo que cualquier tabla de clasificación. Es el retrato de una idea que resiste, que no cambia aunque cambien los nombres.

La cifra, que podría parecer mediocre, tiene algo de fidelidad a sí misma. En tiempos de volatilidad, Las Palmas se sostiene en su equilibrio. Produce lo justo, concede lo justo, se mantiene en ese punto medio donde el fútbol se vuelve estadística antes que impulso. No hay desborde ni hundimiento: solo la sensación de un ciclo que se repite con la precisión de una respiración medida. ‘


OneFootball Videos


Porque el dato es revelador: cuatro de las últimas cinco campañas llegan a la jornada 12 con la misma marca, doce goles. Y sin embargo, el equipo no se apaga. Es un proyecto que insiste. Más de once tiros por encuentro, más del cincuenta por ciento de posesión, un xG que roza el 1.1… todo encaja con esa imagen de juego controlado, ordenado, casi cartesiano. El problema es que el fútbol, a veces, castiga a quien piensa demasiado.

Imagen del artículo:El eterno equilibrio de la UD Las Palmas

No se trata de generar más, sino de arriesgar más. La UD juega con belleza, pero sin ruptura. Su constancia, que durante años fue virtud, empieza a parecer un límite. Un equipo que siempre ronda el gol pero rara vez lo desborda. Su tasa de acierto —en torno al 30%— lo confirma: se remata, sí, pero falta algo de hambre. Como si el control pesara más que la ambición.

Detrás de esa calma hay un equilibrio precario. La defensa concede lo mismo que el ataque produce. El xGA superior al 1.0 en varios tramos lo explica sin necesidad de dramatismo: Las Palmas necesita marcar más porque seguirá recibiendo. Su juego posicional, tan fiel a la idea, pierde la brújula cuando no hay balón. Y en una liga tan dura, los matices se convierten en puntos.

Pero más allá de los números, hay algo simbólico. La UD Las Palmas representa una forma de entender el fútbol como construcción paciente, sin atajos. Es un equipo que prefiere elaborar antes que arrebatar, que no pierde su estilo ni cuando los resultados no acompañan. Su problema no es de identidad, sino de vértigo. Falta la chispa que rompa el equilibrio, el instante en que el juego se convierta en impulso y deje de ser cálculo.

Tal vez este año sea el momento. Tal vez esos doce goles no sean una condena, sino la antesala de algo que todavía no ha estallado. Porque a veces —y el fútbol lo sabe— la repetición no es rutina, sino el punto exacto donde empieza la transformación

Ver detalles de la publicación